Ganamos una batalla; pero la guerra comercial apenas comienza

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Columna Olor A Dinero

Feliciano J. Espriella

Ganamos una batalla; pero la guerra comercial apenas comienza

Viernes 7 de febrero de 2025

La reciente pausa en la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos puede interpretarse como una victoria momentánea; sin embargo, esta tregua es solo el primer asalto en una contienda más extensa y compleja. Mientras persistan los déficits fiscal y comercial en Estados Unidos, la administración de Donald Trump continuará buscando objetivos que perciba como vulnerables.

En 2024, el déficit comercial de Estados Unidos alcanzó los 918 mil millones de dólares, el segundo más alto en su historia. China y México fueron los principales contribuyentes a este desequilibrio, con déficits de 295 mil millones y 172 mil millones de dólares, respectivamente.

A pesar de las políticas arancelarias implementadas, el déficit con México ha seguido aumentando, lo que indica que las medidas adoptadas no han logrado equilibrar la balanza comercial. Sin embargo, me parece pertinente comparar esta situación con la de países asiáticos como Vietnam, que han mantenido un perfil más discreto en el radar comercial estadounidense.

En 2024, Vietnam registró un superávit comercial récord con EE.UU., creciendo casi un 20% hasta superar los 123 mil millones de dólares. A pesar de este notable superávit, Vietnam ha evitado, hasta ahora, ser objeto de medidas arancelarias severas por parte de la administración Trump.

Esta disparidad en el trato sugiere que México y Canadá disponen de opciones limitadas para contrarrestar las políticas comerciales agresivas de Estados Unidos. Una estrategia viable podría ser ganar tiempo, esperando un cambio en la composición del Congreso estadounidense en las elecciones de 2026, lo que podría moderar la postura comercial de la administración actual.

Diversificación externa y fortalecimiento del mercado interno

Más allá de esperar cambios en la política estadounidense, que seguro no se van a dar, México debe adoptar una estrategia de diversificación comercial y fortalecimiento del mercado interno para reducir su vulnerabilidad.

México necesita abrir nuevos frentes comerciales con Europa, Brasil y países del BRICS, pero con cautela para no generar una reacción adversa en Washington. La estrategia debe ser individual y no colectiva, negociando acuerdos con cada país de forma bilateral para evitar que EE.UU. perciba una amenaza coordinada.

Además de expandir mercados externos, México debe robustecer su economía interna con tres ejes estratégicos:

Política salarial

El aumento del salario mínimo ha sido una política clave en los últimos años. Continuar con esta tendencia incrementará el poder adquisitivo, fomentará el consumo interno y reducirá la dependencia de exportaciones.

Mitigación de la pobreza

Reducir la desigualdad fortalecerá la demanda interna. Si más personas tienen acceso a recursos básicos y mejores ingresos, el crecimiento del mercado interno puede ser un escudo contra la volatilidad externa.

Reactivación de la política industrial

El gobierno y el sector privado han dado pasos hacia una reindustrialización estratégica. El recientemente presentado “Plan México” está encaminado a ello. Las alianzas entre la presidenta y el empresariado buscan atraer inversiones, mejorar infraestructura y fortalecer sectores clave como la manufactura avanzada y la tecnología.

Conclusión: México debe prepararse para el futuro

La pausa arancelaria es solo temporal. Mientras el déficit fiscal y comercial de EE.UU. siga aumentando, México seguirá en la mira de políticas proteccionistas. Esperar cambios en el Congreso de EE.UU. en 2026 puede ser una apuesta táctica, pero no suficiente.

México debe asumir una postura proactiva y estratégica:

-Diversificar sus mercados internacionales sin provocar a EE.UU.

-Fortalecer su mercado interno con mejores salarios, menor pobreza y una reindustrialización sólida.

-Apostar por el crecimiento sostenible, impulsado tanto por el comercio exterior como por el consumo interno.

México tiene una ventana de oportunidad. Pero si no actúa ahora, podría encontrarse nuevamente en una posición de debilidad cuando la guerra comercial vuelva a escalar.

No es tiempo aún de lanzar las campanas al vuelo.

Ganamos una batalla… pero no la guerra

Como dice la canción: ¡La última y nos vamos!

Este viernes a las 6:10 AM, sintonicen “La Caliente” 90.7 FM., el colega y amigo José Ángel Partida me abre un espacio en su noticiero en el que comentamos con más detalle esta columna. ¡No se lo pierdan!

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

Twitter: @fjespriella

Correo: felicianoespriella@gmail.com

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