Columna Olor A Dinero
Feliciano J. Espriella
Pausa Arancelaria: Un Respiro Temporal para México
Martes 4 de febrero de 2025
A mis estimados lectores: Les ofrecí el pasado viernes un merecido descanso esta semana, pero los eventos que sacudieron al país desde el sábado —y que culminaron ayer con una victoria colectiva— exigen reflexión. Les ofrezco este mi modesto análisis, breve pero que estimo necesario, de lo que esto significa para México. Ante coyunturas históricas, callar no es opción.
El acuerdo logrado entre México y Estados Unidos para pausar los aranceles durante un mes representa una jugada estratégica con implicaciones tanto económicas como políticas. En la actualidad, la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump han alcanzado este acuerdo, lo que marca un nuevo capítulo en la relación bilateral y en las dinámicas comerciales entre ambas naciones.
La postura del gobierno
La presidenta ha enfatizado que esta pausa arancelaria es resultado del diálogo y la cooperación bilateral, evitando así un conflicto económico que podría afectar a ambos países. Desde su óptica, la decisión refuerza la idea de una relación basada en el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones compartidas. Sin embargo, esta narrativa también responde a una necesidad política interna: mostrar firmeza y control sobre una situación que podría derivar en costos económicos significativos si las medidas arancelarias se implementaran en el futuro.
El gobierno ha optado por un discurso de optimismo cauteloso, destacando que esta pausa brinda una ventana de oportunidad para consolidar acuerdos más estables a largo plazo. No obstante, los sectores económicos afectados siguen a la expectativa, conscientes de que la suspensión es temporal y que el riesgo de nuevas tarifas sigue latente.
Implicaciones económicas y políticas
A corto plazo, la pausa arancelaria alivia la presión sobre exportadores mexicanos, especialmente en sectores como el agroindustrial y manufacturero, que dependen en gran medida del mercado estadounidense. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que la decisión no implica una eliminación definitiva de la amenaza arancelaria, sino solo una prórroga.
Desde una perspectiva política, este acuerdo le otorga al gobierno mexicano un respiro en un año clave para la relación bilateral. Con las elecciones estadounidenses en el horizonte, la política comercial de EE.UU. podría volverse aún más volátil, lo que obliga a México a mantenerse flexible y preparado para distintos escenarios.
Acciones recomendadas para México
1. Fortalecer la diversificación de mercados: Reducir la dependencia del comercio con EE.UU. explorando y consolidando acuerdos con otros socios estratégicos.
2. Negociación proactiva: No esperar al vencimiento del plazo, sino proponer medidas y acuerdos que minimicen el riesgo de nuevos aranceles.
3. Incentivos internos: Apoyar a los sectores productivos más vulnerables a estas medidas mediante estímulos y estrategias de competitividad.
4. Cabildeo estratégico: Reforzar la presencia diplomática y comercial en Washington para influir en la toma de decisiones y proteger los intereses nacionales.
Si bien la pausa arancelaria es un alivio momentáneo, México debe actuar con previsión y estrategia para evitar que futuras decisiones unilaterales perjudiquen su economía y estabilidad política. La clave radica en aprovechar esta ventana de oportunidad con medidas concretas y visionarias.
Reacciones
Como era de esperarse, la oposición, los detractores del gobierno y algunos medios de comunicación no tardaron en criticar el acuerdo alcanzado. Apenas se conoció la noticia, comenzaron a circular en redes sociales y prensa acusaciones contra el gobierno de la 4T, señalando una supuesta reacción tardía y una negociación bajo presión, en lugar de una anticipación a la crisis. Argumentan que el acuerdo es solo una “tregua temporal” que no aborda las causas de fondo del conflicto, como la migración, la seguridad y el comercio.
Analistas vinculados a la oposición cuestionaron la falta de transparencia en los términos del acuerdo, preguntando: “¿Qué concesiones ocultas se hicieron a Estados Unidos a cambio de un mes de respiro?”.
Más allá de las críticas, lo cierto es que las tensiones disminuyeron y la presión sobre el peso, que el domingo había superado la barrera de los 21 pesos por dólar, se redujo, cerrando ayer la cotización en 20.41 pesos por dólar.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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