Columna El Zancudo
Arturo Soto Munguía
El macabro hallazgo
Viernes 31 de enero de 2025
El título que da origen a esta columna es uno de los más socorridos lugares comunes de la nota roja setentera. Esas tres palabras solían aparecer reiteradamente en la redacción de un tabloide semanal atinadamente llamado “Alarma!” a cuya portada uno no podía echarle siquiera un vistazo sin terminar con las solapas manchadas de sangre.
Acaso la publicación más icónica del amarillismo mexicano, ese semanario basaba su éxito de ventas en la explotación del morbo y la oferta de los pasajes más descarnados del mundo criminal, como bálsamo para las culpas de un lector que, después de ver a la señora que le cortó la cabeza al marido (o viceversa), sintiera que después de todo, sus pecados son pelillos a la mar.
Esa publicación ya no existe, pero dejó muchos hijos y nietos que hoy viralizan en redes sociales los contenidos más despiadados que, ciertamente no existieran si no tuvieran asideros en la violenta realidad por la que caminamos sigilosamente, no vaya a ser que pisemos un casquillo percutido o metamos el pie en una fosa clandestina.
Material para “Alarma!” hay pasto. Por estos días nos enteramos que el grupo Buscadoras por la Paz, uno de las muchas agrupaciones que han surgido a lo largo y ancho del país, integradas mayoritariamente por mujeres que buscan a sus hijos, hijas, maridos o familiares desaparecidos, dieron con una especie de panteón clandestino, muy cerca de la mancha urbana de Hermosillo.
A unos 20 kilómetros por la carretera 26 a Bahía de Kino, las madres buscadoras realizaron el macabro hallazgo. Según sus cuentas, son unas 35 fosas clandestinas y la cifra podría elevarse a cien. La Fiscalía estatal solo reconoce 11 y ninguna de las dos partes involucradas en la búsqueda -auspiciada por una llamada anónima- puede precisar la cantidad de cuerpos humanos a los que pertenecen los restos que han ido encontrando.
Suena cruel, pero ya parece irrelevante si son diez o veinte o cincuenta. Hace un año, por rumbos de El Choyudo, una playa más o menos solitaria en la Costa de Hermosillo fue encontrado un paraje similar donde fueron enterrados unos 30 cuerpos de personas, todas originarias de Guaymas, de acuerdo con las notas que daban cuenta del macabro hallazgo.
Nada más se ha vuelto a saber de este caso, como seguramente dentro de un año nada se sabrá del de ayer, porque entonces habrá otros para documentar el pesimismo del momento.
Hay una historia de vida detrás de cada caso, y la mayoría de las veces tiene que ver ciertamente con un entorno de actividades ilícitas, lo que al parecer mitiga el sentimiento de culpa por todos los que hemos fallado, como gobierno y como sociedad en las tareas de construcción de la paz.
Qué terrible.
II
Entre improvisaciones y chascarrillos, el proceso electoral que renovará la mitad de las personas juzgadoras en el país avanza. Ayer fueron electos por el poco ortodoxo método de la tómbola, los primeros 68 candidatos a jueces, magistrados y ministros, en este caso los correspondientes al Poder Judicial.
Por una suspensión dictada por un juez, y por la renuncia del Comité Evaluador, el proceso fue asumido por el Senado de la República, donde se realizó el sorteo entre mil 239 personas que se inscribieron y que se realizó en ausencia de senadores del PRI y el PAN.
Esta es una de las etapas intermedias del proceso; falta todavía la decisión de los Comités de Evaluación del Poder Ejecutivo y del Legislativo; a trompicones y todo, pero el camino de la elección judicial se sigue andando.
Aunque desató polémica desde su propuesta, la reforma judicial era un añejo reclamo ciudadano, de profesionales de la abogacía y liderazgos empresariales y sociales. Mayoritariamente, el consenso giraba en torno a la necesidad de renovar al Poder Judicial, dejando atrás una larga era de cacicazgos, nepotismos, corruptelas y relaciones peligrosas, señaladamente aquellas de donde emanaban consignas y billetazos del crimen organizado.
El disenso, la discrepancia, estuvo en otro lado: en el método para elegir a las personas juzgadoras: el voto popular sobre candidatos ‘filtrados’ por cada uno de los tres Poderes de la Unión.
En esas estamos. Por su carácter inédito, el proceso avanza entre improvisaciones y dudas, pero es irreversible. Lo mismo está sucediendo en las entidades federativas, donde los organismos locales electorales organizarán la elección y los candidatos serán seleccionados por los respectivos Comités de Evaluación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial estatales.
Muchos eran los reclamos, no solo de la población en general que una o más veces han tenido que lidiar con el tortuguismo, la corrupción o la prepotencia de los y las impartidoras de justicia -con las excepciones del caso- sino que hay otro clamor silencioso que viene desde el personal que labora en los tribunales, y que por miedo a represalias permanece soterrado.
En casos excepcionales, cuando las quejas han trascendido, provocaron la remoción o renuncia de jueces y magistrados, pero es poco común que trasciendan las denuncias por las obvias razones citadas líneas arriba.
Esto no significa que no existan personas juzgadoras que sigan asumiendo con aire de perdonavidas, un papel de ‘tocadas por Dios’ y eso se traduzca en malos tratos al personal.
Supimos del caso de la jueza séptima de distrito en Ciudad Obregón, Yazmín Angélica Murillo Badilla sobre quien han menudeado señalamientos por ese tipo de comportamientos, hechos patentes desde su arribo al cargo, generando zozobra y temor en el personal.
Entre otras cosas, esas conductas fueron las que inspiraron la necesidad de una reforma profunda al Poder Judicial, para dotarlo de más humanismo y respeto a los derechos humanos y laborales en juzgados y tribunales. Vamos a esperar a ver si la vemos en las boletas electorales el próximo 1 de junio.
III
Y como todo lo que comienza acaba, mañana sábado llega a su fin la edición 2025 del Festival Alfonso Ortiz Tirado en la bella y colonial Álamos y sus subsedes, que será clausurado esa tarde por el gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Desde el viernes pasado, las calles, plazas y callejones; los auditorios y escenarios de Álamos se llenaron de música, luces y voces; sonidos, fiesta y convivencia en un despliegue de actividades artísticas y culturales de las que fueron partícipes decenas de miles de sonorenses y visitantes de otros estados y países.
En su edición 40, el FAOT fue pensado para ofrecer una cartelera que conectara con la diversidad propia de un público que pocas veces tiene acceso gratuito a conciertos, obras de teatro, recitales y otras presentaciones como las que se dieron en Álamos y sus subsedes.
El gobernador ha dicho que su expectativa es consolidar el FAOT como el evento cultural más importante del noroeste de México, y proyectarlo hasta el nivel del Festival Internacional Cervantino. Que así sea.
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