Columna Haz y Envés
Armando Fava Ruelas
Lamentable que la CEDH Sonora sea un lugar inseguro para sus empleados
Jueves 5 de diciembre de 2024
EN ESTOS TIEMPOS en que se libran arduas batallas por hacer realidad y no solo en el papel, el derecho de las mujeres a una vida familiar, laboral y sexual libre de violencia, se siguen presentando cualquier cantidad de denuncias, precisamente por este tipo de abusos, sin que estas quejas trasciendan. Ni siquiera las toman en cuenta aquellos organismos de la sociedad civil o dependencias de gobierno creadas dizque para defenderlas.
Ya abordaremos algunos ejemplos de esa indiferencia, apatía, insensibilidad y marcado desinterés de la sociedad entera ante las denuncias de mujeres a las cuales violentan en sus más elementales derechos y nunca pasa nada.
En esta ocasión nos referiremos a la más reciente denuncia que ante el Congreso del Estado presentó hace poco más de una semana, un grupo de mujeres ex empleadas de la Comisión Estatal DE Derechos Humanos Sonora, en contra de Luis Fernando Rentería Barragán, presidente de la institución desde 2022. De nueva cuenta hace de las suyas este sujeto, sin que alguien le reconvenga por los reiterados señalamientos.
Una vez más se hace público el clima de hostigamiento y acoso al interior de esa institución por parte de este sujeto para deshacerse de sus trabajadores, pasando por encima de dignidades personales, y de derechos adquiridos por años laborados.
A finales del mes pasado, Leyla Acedo Ung, ex Secretaría Ejecutiva; Erica Salinas Castillo, ex Directora de Derechos Sexuales y Reproductivos; María Luisa Alatorre Castañeda, ex Directora de Derechos Sexuales y Reproductivos; Alejandra Olay Rodríguez, ex Directora de Comunicación Social y Michelle Félix Velarde, ex Coordinadora de Redes y Medios, todas ellas ex empleadas de la CEDH, exigieron ante el Congreso del Estado que cuando menos la actual legislatura revise todas las denuncias interpuestas en contra de este funcionario, al ser la instancia que lo eligió para ocupar ese delicado cargo.
Ellas se reconocen como víctimas y decidieron representar a otras compañeras suyas que, al igual, fueron afectadas por la violencia laboral y de género y del clima de terror psicológico se ha generado al interior de la CEDH, a raíz de la llegada de Rentería Barragán. Hace más de un año algunas de las despedidas dejaron evidencia escrita ante el Órgano Interno de Control, denuncias o señalamientos a los cuales, por cierto, nunca se les dio puntual seguimiento.
Es el momento para que esta nueva legislatura haga lo propio y responda a la exigencia de estas cinco denunciantes que se atrevieron a dar voz a más de 30 mujeres y a una veintena de varones que han salido de esa institución en condiciones poco claras.
Para todo el mundo queda claro que en la designación de los Ombudsman a nivel local y nacional, es determinante el visto bueno de las cúpulas políticas y con Rentería Barragán no fue la excepción. Así es como llegó a ese cargo.
Ojalá y que en esta ocasión, con estas cinco mujeres, no se repita la historia de indiferencia de las autoridades y que en lugar de condenarlas a realizar trámites legales engorrosos como comprobar sus dichos, que firmen todos los afectados y demás subterfugios para “patear el balón”. Su esperanza es que en el Congreso del Estado les respondan con solicitar cuando menos, una averiguación basada en lo que las afectadas sostienen. Ya veremos.
Porque lo único que sabe decir Rentería Barragán cuando sale a dar una declaración sobre este tipo de acusaciones, es que “en 30 años nunca se había hecho nada”, lo cual es absolutamente falso. Para empezar, sus pobres resultados nada tienen de inéditos ni de históricos.
Y si hay que puntualizar en un aspecto esencial es en ese, precisamente: Que el trabajo de la CEDH es vigilar que se respeten y preserven los derechos humanos, pero sin violentar al propio personal que allí labora.
Rendir resultados sí, como reza el discurso eficientista, pero no a costa de ejercer violencia de género, hostigamiento ni acoso laboral, Señor Ombudsman.
POR EL MOMENTO se cierrael capítulodel dominio beltronista en el PRI Sonora, después de más de 30 años de ejercer una gran influencia -abierta o soterrada- en el tricolor sonorense. En las últimas horas ha renunciado el núcleo directivo del grupo que comanda el ahora senador, y seguramente poco a poco irán saliendo los que hayan quedado por allí agazapados.
Dejaron sus respetivos cargos, Rogelio Díaz Brown Ramsburgh, quien ocupaba la presidencia del CDE; el diputado Emeterio Ochoa Bazúa, como secretario de Organización del CDE y lo mismo hizo su compañera de bancada en el congreso local, Iris Fernanda Sánchez Chiú, quien dejó la secretaría general.
Esto, no solo como los movimientos necesarios para que asumiera la dirigencia estatal Guadalupe Soto y la Secretaría General Onésimo Aguilera, sin necesidad de mayores enredos sino, también como parte de un acuerdo de no hacer aspavientos, luego de que la situaciones están más que definidas.
Las demás renuncias fueron las de cajón, en el área de finanzas y en la de comunicación social. Por el momento, desde hace un buen rato ya, allí en el PRI Sonora nada tenía que hacer el equipo del Senador Beltrones.
Sin embargo, hay opiniones en el sentido de que algo debe haber oteando en el panorama político nacional Manlio Fabio rumbo al 2027, que ha preferido recoger sus carpas y cerrar la temporada de funciones, sin hacer el menor de los gestos y mucho menos ruido.
A los que recién llegan, les toca remar a contracorriente ante el franco debilitamiento del tricolor y de sus aliados en el proceso anterior, el PAN y el PRD, que atraviesan de igual forma por crisis internas, ocasionadas principalmente por el empecinamiento de sus dirigencias a ser relevados por cuadros nuevos, emanados de la sociedad civil o de los mismos partidos; pero perfiles con ofertas políticas innovadoras y con esa facilidad de conectarse con la gente de la calle que se requiere lo cual no se dio en ninguno de los tres liderazgos de la alianza opositora y que, en el caso de Sonora, apenas ganó una alcaldía importante y ninguna posición en los congresos.
Por eso, quienes aspiren a contender en las próximas elecciones deberán tener mucho cuidado y valorar si esa trilogía de partidos les va a servir o les va a perjudicar. De cualquier forma, valdría más que vayan tomando cartas en ese asunto antes de que sea demasiado tarde.
Por lo pronto, hay varios liderazgos interesantes en el equipo que rodea a Lupita Soto y a Onésimo Aguilera, en quienes recaerá la gran responsabilidad de recomponer la estampa del PRI a nivel estatal.
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