Columna Olor a Dinero
Feliciano J. Espriella
Paradojas de la violencia de género
Martes 26 de noviembre de 2024
El día de ayer fue el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, establecido por la ONU en 1999. Nótese que no escribí se conmemoró porque en ese tema no hay nada qué conmemorar y mucho menos qué festejar.
Esta fecha y esa dedicatoria convendría ser sólo para recordarnos algo que los 365 días del año deberíamos tener presente, y en México, esa es la paradoja a que alude el título de esta entrega. En un país donde el machismo y la misoginia están tan profundamente arraigados, la no violencia contra la mujer es casi una utopía, pero no debería serlo.
Esta fecha busca visibilizar y erradicar todas las formas de violencia de género, además de honrar la memoria de las hermanas Mirabal, activistas asesinadas en 1960 en República Dominicana por la dictadura de Rafael Trujillo. Es un día para reflexionar, exigir justicia y promover acciones que garanticen la seguridad y los derechos de las mujeres en todo el mundo.
Debemos tomar conciencia de cómo ha ido en aumento la violencia contra las mujeres y cómo ha crecido el número de feminicidios en nuestro país.
Al igual que en muchos otros rubros de la criminalidad, los feminicidios, a pesar de la multitud de iniciativas para combatirlos, la promulgación de leyes y el establecimiento de reglamentos, han ido en aumento año con año. Los datos muestran un preocupante incremento en los casos reportados desde 2015, destacando que el feminicidio es uno de los principales indicadores de violencia de género en el país, como se puede apreciar a continuación. Basadas en datos disponibles de diversas fuentes, de 2015 en adelante, se tienen registrados los siguientes feminicidios:
- 2015: 411 feminicidios.
- 2016: 597
- 2017: 742
- 2018: 893
- 2019: 976
- 2020: 977
- 2021: 978
- 2022: 968.
- 2023 Datos preliminares indican que la tendencia permanece alta, aunque no se han cerrado cifras oficiales aún.
Es importante diferenciar los términos feminicidio y asesinato. El feminicidio es el asesinato de una mujer cometido por razones de género, es decir, por el hecho de ser mujer. Este concepto se diferencia del simple homicidio en que el feminicidio implica una motivación estructural basada en la discriminación, desigualdad y violencia de género. Es una expresión extrema de violencia machista, acompañada frecuentemente de actos de odio, crueldad o sometimiento.
Principales diferencias entre feminicidio y homicidio:
- Motivación: En el feminicidio, el crimen es impulsado por el desprecio hacia las mujeres, basado en una percepción de inferioridad o en patrones culturales de dominación. El homicidio puede no tener esta motivación.
- Contexto: El feminicidio suele ocurrir en un entorno de violencia de género, como relaciones abusivas, situaciones de poder asimétrico, acoso sexual o contextos de control machista.
- Elementos de agravación: En los feminicidios, pueden presentarse factores como violencia previa, agresiones sexuales, mutilaciones o exposición pública del cuerpo.
Tipificación legal: En muchos países, incluido México, el feminicidio está tipificado como un delito distinto al homicidio, con penas más severas debido a su naturaleza de violencia de género. En México, el Código Penal Federal establece que un asesinato se considera feminicidio si concurren circunstancias como la relación entre víctima y agresor, violencia previa, abuso sexual o la exposición del cuerpo en público.
Los esfuerzos que durante el presente siglo han hecho tanto las autoridades como distintos colectivos femeninos han fructificado en una mayor concientización sobre la violencia de género en México, de hecho en la mañanera de ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum y Citlalli Hernández titular de la Secretaría de la Mujer, recordaron el día y lanzaron una campaña, pero frente a esa concientización las estadísticas, como se vio en el listado inserto líneas atrás, nos muestran que ha habido un aumento continuo y muy preocupante de feminicidios, así como incrementos en las tasas de violencia familiar, violencia sexual, acoso callejero y discriminación laboral, entre otras afrentas femeninas.
De una cosa estoy convencido, mientras en México no se logren erradicar el feminicidio y la violencia de género, no tenemos el derecho de autonombrarnos un país civilizado con sustento en valores morales, por más que la titularidad del poder ejecutivo y varios de los organismos e instituciones más relevantes de la nación, estén a cargo de mujeres.
Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.
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