Además de los candidatos mencionados, hay otras figuras que también buscan la presidencia, aunque sus posibilidades de ganar son más bajas.
Tomado de El Imparcial
Martin R. Villanez
Lunes 4 de noviembre de 2024
ESTADOS UNIDOS.- Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 parecen ser una vez más una competencia entre los dos grandes partidos tradicionales: el Demócrata, representado por Kamala Harris, y el Republicano, encabezado por Donald Trump. Sin embargo, existen varios candidatos que, aunque no cuentan con grandes probabilidades de ganar, se presentan como opciones representativas de partidos minoritarios. Estos aspirantes buscan, al menos, influir en el voto popular y aportar propuestas alternativas.
Cornel West (Partido Justicia para Todos)
Cornel West es un filósofo y activista social de 71 años, conocido por su trabajo académico y su compromiso con la justicia social. West se postula bajo el Partido Justicia para Todos, un movimiento que promueve políticas para empoderar a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. En su sitio oficial, Cornel West explica que su candidatura surge en un “momento de bancarrota moral y espiritual” en el país. Entre sus propuestas destaca el impulso a los derechos de los trabajadores y las políticas que buscan un mayor bienestar para los pobres.
Jill Stein (Partido Verde)
Jill Stein es una médica de 74 años, graduada de la Universidad de Harvard y defensora del medio ambiente. Como candidata del Partido Verde, ha centrado su campaña en temas como el cambio climático y la lucha contra la contaminación. En su sitio oficial, Stein aboga por políticas progresistas, como la eliminación del apoyo militar a Israel. Aunque sus posibilidades de ganar son reducidas, su mensaje sigue teniendo resonancia entre muchos votantes, especialmente en estados clave como Wisconsin. De hecho, la campaña de Kamala Harris lanzó un anuncio alertando que un voto para Stein podría beneficiar indirectamente a Donald Trump, lo que generó controversia dentro de los dos partidos principales.
Chase Oliver (Partido Libertario)
Chase Oliver, un activista de 38 años, representa al Partido Libertario. Conocido por su postura crítica frente al poder estatal y su defensa de los derechos individuales, Oliver ha ganado relevancia como el “libertario más influyente de Estados Unidos”, según Rolling Stone. Su campaña se enfoca en temas como la guerra en Gaza, la crisis migratoria y el alto costo de vida. Además, busca atraer a los votantes jóvenes y a aquellos descontentos con el sistema bipartidista, proponiendo una menor intervención del gobierno en la vida cotidiana.
Claudia de la Cruz (Partido Socialismo y Liberación)
Claudia de la Cruz es una educadora y activista dominicana de 44 años que representa al Partido Socialismo y Liberación (PSL). En su campaña, se enfoca en proponer un sistema de salud universal, reparaciones para la población afroamericana y la reducción del presupuesto militar. De la Cruz busca visibilizar las necesidades de las clases más desfavorecidas y aboga por un enfoque económico y social más equitativo. A través de su plataforma, plantea un futuro donde los derechos sociales y económicos sean garantizados para todos.
Otros candidatos minoritarios
Además de los candidatos mencionados, hay otras figuras que también buscan la presidencia, aunque sus posibilidades de ganar son aún más remotas. Entre ellos se encuentran:
Peter Sonski (Partido de la Solidaridad Estadounidense): Un periodista de 61 años que propone políticas para fortalecer la unidad familiar, crear incentivos para una economía inclusiva y garantizar salarios dignos y atención médica de calidad.
Randall Terry (Partido de la Constitución): Activista y fundador de la organización antiabortista Operation Rescue, Terry basa su campaña en la oposición al aborto y la defensa de los valores tradicionales de la familia.
¿Cómo funciona el sistema electoral de Estados Unidos?
Es importante recordar que en las elecciones presidenciales de Estados Unidos no se elige al presidente de manera directa, como en otros países. En su lugar, los ciudadanos votan para elegir a los miembros del Colegio Electoral, quienes a su vez eligen al presidente. Este sistema ha sido objeto de numerosas críticas, especialmente en elecciones muy reñidas, donde el voto popular y el Colegio Electoral pueden no coincidir.
En resumen, aunque los candidatos de los dos partidos principales parecen tener la ventaja, las opciones de los partidos minoritarios siguen ofreciendo propuestas diferentes y, en algunos casos, un espacio para quienes buscan alternativas fuera del sistema bipartidista. Los votantes tendrán que decidir si sus prioridades se alinean con los programas de estos candidatos menos conocidos o si seguirán apoyando a los partidos tradicionales.