Así de claridosa y directa fue la Coordinadora de Regidores del PAN en el Ayuntamiento de Hermosillo, Celina Aldana Martínez, quien fue la invitada de la mesa de periodistas “Charla Abierta” el pasado jueves 17 de octubre.
La también ex Secretaria General del CDE de Acción Nacional en Sonora, comentó en el inicio de su encuentro con los “charlantes”, que los trabajos al interior del Ayuntamiento de la capital sonorense caminan bien, que la fortaleza de los regidores aliancistas va en el sentido de los proyectos del alcalde Antonio Astiazarán, y que las relaciones con los de oposición están, de momento, tersas e institucionales.
Aldana Martínez apuntó que el proyecto de construir a futuro un distribuidor vial, el de los bulevares Colosio y Solidaridad, es uno de los grandes planes del alcalde capitalino y que, llegado el momento, habrá que definir los presupuestos necesarios para una obra de esa magnitud. Ella no duda que los consensos se darán en tiempo y forma.
Y aquí es donde, justamente, recordó la panista, es importante subrayar que en el trienio anterior, el de las grandes obras, el mismo Toño Astiazarán fue el centro de la polémica, pues logró remontar las férreas políticas de austeridad y llevar a cabo los proyectos trazados. Baste recordar aquella mención del presidente López Obrador al referirse a una solicitud de recursos del edil hermosillense con la frase “¿Y su nieve de que la quiere?” “¿de limón?” la cual, por cierto, finalmente nunca llegó.
Y, aun así, señaló la regidora panista, pese a la austeridad, obras muy significativas se realizaron en Hermosillo, como cruceros rehabilitados, puentes viales, reparación de tuberías, patrullas eléctricas y demás, se convirtieron en una realidad.
La regidora sorprendió a los periodistas con su narrativa política, hablando con suficiencia sobre los temas que ella misma puso sobre la mesa, bien preparada con sus fichas informativas en mano, y pese a la metralla de los “charlantes”, respondió con firmeza, tomando aire, como cuando se le pidió su opinión sobre el caso “Genaro García Luna”, de quien dijo que la justicia debe hacer lo que corresponda. No se metió en mayores bretes.
Celina Aldana no tuvo empacho en señalar que personajes panistas como Enrique Torres, Bruno Cházaro y otros, no deberían siquiera alzar la voz en contra del método para definir la forma en la que se renovarán liderazgos. Dijo “se fueron a ser candidatos de otros partidos, tienen años viviendo en otros estados, abandonaron al PAN cuando ya no les convino ser panistas… ¿Con qué cara quieren ahora decir el cómo y el cuándo?”.
Lo que sí quedó muy claro, es que ella es de la cuadra de Gildardo Real, y que apoya al cien por ciento que sean los consejeros estatales los que con su voto definan el futuro de este partido.
Fue lapidaria al sentenciar que no pueden permitir los panistas que otros partidos, a los que ahora pertenecen, o para los que ahora operan otros panistas, intervengan en un proceso de renovación de dirigencias, el cual debe ser solo para esos panistas (valga la repetición del término) fieles al partido, y dispuestos a morir en sus linderos.