Entonces, Presidenta, ¿no habrá unidad nacional?

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Columna De Primera Mano

Francisco Javier Ruiz Quirrín

Entonces, Presidenta, ¿no habrá unidad nacional?

Miércoles 2 de octubre de 2024

DE LOS 44 minutos que utilizó para enviar su primer mensaje como presidenta de México, Claudia Sheinbaum dedicó los primeros nueve para alabar y halagar a López Obrador.

Fue una evidencia de su permanente agradecimiento para quien la llevó a palacio nacional y se vale. Sin embargo, dedicó también una parte importante para recordar que este es “tiempo de mujeres”, haciendo énfasis en que debía ser llamada “Presidenta” –y no “presidente”- y que –precisó- ha quedado atrás el sometimiento de la mujer por el hombre.

Esta declaración es sumamente trascendente si la enmarcamos en el contexto del deseo del ahora expresidente AMLO de continuar metiendo las manos en el máximo poder público de este país.

Porque –sin duda- una cosa es y será siempre el agradecimiento a quien la benefició desde la época en llegaron a la jefatura de gobierno de la capital del país y otra muy distinta, el seguir sometida a los caprichos y deseos de un hombre, como en el pasado. De aceptar el “maximato” que pretende imponer su antecesor, la señora Sheinbaum caería en una horrible contradicción histórica.

Fue un mensaje enteramente triunfalista y dirigido a MORENA, sus simpatizantes y todos aquellos que se han colgado de la llamada “cuarta transformación”. Para los más de quince millones de mexicanas y mexicanos que no votaron por ella el pasado 2 de junio, no hubo ni una sola palabra.

Luego entonces, el llamado a la unidad nacional brilló por su ausencia, en medio de expresiones que reiteraron la realidad alterna impuesta en el sexenio 2018-2024.

“Somos la economía número once en el mundo, los delitos de alto impacto han disminuido y el número de pobres se ha reducido en seis millones de personas”.

La referencia a un México ensangrentado por los casi 200 mil homicidios en el sexenio que acaba de terminar, los miles de desaparecidos y la extraordinaria inseguridad en Sinaloa y Chiapas, solo por mencionar dos ejemplos, fueron sacados de la “posverdad” que surgió del mensaje.

“Si hubiéramos querido controlar al Poder Judicial, habríamos llevado a cabo una reforma como la impuso –Ernesto- Zedillo. Pero nosotros somos demócratas. ¿Cómo pensar en autoritarismo cuando la elección de jueces correrá a cargo de la gente?”.

Y remató: “Quien diga que habrá autoritarismo está muy equivocado”.

Un mansaje que reiteró la postura y acciones iniciadas por López Obrador. La ansiada frase de que “se gobernará para todos”, estuvo ausente, enviando la señal de que la polarización seguirá adelante.

Si comparamos este discurso con el ofrecido por AMLO aquel 1 de diciembre del año 2018, podríamos decir de este último que abundaron las falsedades y las mentiras y que además de mentir, robó y traicionó al pueblo de México.

Por lo pronto, Claudia Sheinbaum ha empeñado su palabra en tres rubros muy importantes:

1.- No habrá autoritarismo. Será demócrata en su relación con el Poder Judicial 2.- Asume la oportunidad histórica de demostrar que la mujer tiene capacidad para gobernar y, sobre todo, que no dependerá más de la voluntad de un hombre para hacer las cosas y 3.- La inseguridad pública será atacada estableciendo cuatro premisas, entre ellas la seguridad de que el paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, “de ninguna manera significa la militarización del país”.

Ahí está la posición y la palabra de la primera mujer presidenta de México.

Y a todo ello, habría que añadir que también tiene el compromiso de demostrar que no miente, como en los hechos quedó demostrado en las promesas del ahora expresidente AMLO.

TAMPOCO extrañó la “revelación” de Gustavo Petro, el presidente de Colombia, quien declaró que la señora Sheinbaum perteneció al “M-19”, un movimiento guerrillero latinoamericano en la década de los años ochenta… Hemos comentado que a diferencia de López Obrador (cuyo ADN es priista), la primera mujer presidenta de México, ha mantenido desde su juventud una ideología afín al marxismo-leninismo… AMLO en realidad no es de izquierda… Se cree un “neomesías” manipulador y seductor de masas… Pero Claudia Sheinbaum sí es una mujer de izquierda.

SE RECONOCE el esfuerzo extraordinario que realizó ese emblema de mujer de izquierda mexicana que a pesar de su deteriorada salud y a los 94 años de edad, auxiliada con oxígeno, cumplió como presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados… Hubo un momento en que Ifigenia Martínez, al tratar de entregar la banda presidencial, admitió que apenas podía sostenerse en pie.

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