La investigadora Ieva Jusionyte y el periodista Juan Alberto Cedillo, revelaron que el Departamento de Justicia de Estados Unidos les entregó el pasado 24 de agosto un documento en el que se señala que existe ‘una fuerte sospecha” sobre los vínculos de Bartlett con el narcotráfico
Tomado de Aristegui Noticias
Ieva Jusionyte y Juan Alberto Cedillo /Especial para Aristegui Noticias
Jueves 26 de septiembre de 2024
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos entregó documentos clasificados relacionados con la investigación sobre el asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que señalan a Manuel Bartlett Díaz, Secretario de Gobernación de México en esa época, como probable protector de narcotraficantes.
Hasta antes de estos documentos la participación de Manuel Bartlett, actualmente director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el crimen del “Kike” Camarena sólo se había mencionado en trascendidos y en dichos de supuestos “testigos protegidos”, pero no en archivos oficiales.
Sin embargo, ahora se revela un documento de seis páginas donde se menciona a Bartlett, aunque todavía está censurado en su mayor parte.
Fue enviado por la embajada de Estados Unido en México al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y precisa que los sobornos que pagaron narcotraficantes a funcionarios mexicanos para obtener impunidad en sus actividades es muy probable que también “llegaron al Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz”.
“Aunque esto es sólo una fuerte sospecha debido a indicaciones de corrupción generalizada y actividades de extorsión no es difícil concluir lógicamente que esta actividad beneficia en última instancia a los principales líderes del gobierno mexicano”, añade el archivo fechado en la Ciudad de México el mes de marzo de 1986.
Contiene otros datos sobre posibles conexiones de Bartlett con narcotraficantes pero están censuradas.
El documento fue desclasificado apenas el pasado 12 de agosto del 2024 y forma parte de la investigación del FBI sobre el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kike” Camarena. La pesquisa la realizó un funcionario de la embajada de los Estados Unidos en México que se reunió con dos “fuentes extranjeras”, cuyos nombres están testados, quienes estuvieron relacionadas con las actividades del narcotráfico en México.
El archivo se entregó en respuesta a la solicitud FOIPA Nº 1521620-000 que se hizo a través del Acta de Libertad de Información (FOIPA por sus siglas en inglés) con fecha del 17 de marzo de 2022 y fue presentada por la doctora Ieva Jusionyte, quien ha investigado el tráfico de armas entre ambas naciones.
La respuesta indica que “el FBI localizó 21,283 páginas con registros que podrían responder al tema de la solicitud”. Añade que “se destruyeron algunos archivos que podrían haber respondido a la solicitud. Dado que ya no se pudo revisar este material, no se sabe si contenían los datos solicitados”.
“Para su información, una búsqueda en los índices de nuestro Sistema de Registros Centrales reflejó que había archivos adicionales que potencialmente respondían a su solicitud de la Ley de Libertad de Información/Privacidad (FOIPA). Hemos intentado obtener este material para poder revisarlo y determinar si respondía a su solicitud. Se nos informó que los registros que podrían responder no estaban en la ubicación esperada y no se pudieron encontrar después de una búsqueda razonable”.
Para reducir las 21,283 páginas de registros encontrados sobre el caso Camarena, se propuso al FBI limitar la búsqueda a un período de seis años desde el 1 de febrero de 1985 hasta el 31 de enero de 1990. “También me gustaría asegurarme de que estos archivos contienen el nombre de Manuel Bartlett Díaz y no todos los registros relacionados con Enrique Camarena Salazar. Solo busco documentos que mencionen a Manuel Bartlett Díaz”, precisó la contra respuesta de la doctora Jusionyte, académica en la Universidad de Brown. El documento citado anteriormente es uno de los que entregaron.
En entrevista, el periodista Juan Alberto Cedillo explicó cómo lograron obtener desclasificar el documento en poder del Departamento de Justicia de Estados Unidos:
Investigación oficial de México sobre el crimen de Camarena
Enrique “Kike” Camarena Salazar (1942-1985) se desempeñó como Agente Especial de la DEA en la ciudad de Guadalajara, donde operaban los narcotraficantes más poderosos de esa época en México, integrados en el “Cártel de Guadalajara”: Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carillo.
A mediados 1984, Camarena Salazar hizo un sobrevuelo en una avioneta manejada por el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar y descubrió el inmenso “Rancho el Búfalo” de casi mil hectáreas ubicado en el estado norteño de Chihuahua.
En el Búfalo, el Cártel de Guadalajara sembraba mariguana con valor de varios millones de dólares, utilizando fertilizantes y sistemas de riego modernos; por lo que era “cosechada” y almacenada por cerca de tres mil personas.
Los campesinos eran reclutados en Sinaloa llamándolos a la “pizca de la manzana” pero ofreciendo muy buen sueldo. El mes de noviembre de ese año más de 400 efectivos del Ejército Mexicano arribaron al rancho el Búfalo para asegurar la droga y detener a los trabajadores. La mayoría fue liberada días después.
En presunta venganza por el millonario decomiso, el Cártel de Guadalajara ordenó secuestrar a “Kike” Camarena y al piloto mexicano. El agente fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 después de abandonar las oficinas del Consulado de los Estados Unidos en Guadalajara.
Los cinco hombres se identificaron como policías federales. La identidad y ubicación del agente de la DEA sólo pudo provenir de las autoridades mexicanas que protegían a los narcos del Cártel de Guadalajara.
El policía que dirigió el secuestro, Sergio Espino Verdín, era comandante de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DIPS), la cual dependía de la Secretaría de Gobernación cuyo titular era Bartlett Díaz.
Camarena fue conducido a una casa propiedad de Rubén Zuno Arce, cuñado del ex presidente Luis Echeverría, donde fue torturado hasta morir, debido a que “se les pasó la mano”.
La investigación mexicana señala que Rafael Caro Quintero estuvo presente. Para intentar mantener al agente con vida fue llamado el doctor Humberto Álvarez Machain quien atendió e inyectó al agente antidrogas. Cuando las autoridades de Estados Unidos conocieron su participación en el crimen, Álvarez Machain fue secuestrado en México y trasladado a EE UU para ser juzgado en la corte federal de Los Ángeles, California.
Los cadáveres de Enrique Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala fueron abandonados el 5 de marzo de 1985 en la parte trasera de una camioneta ubicada en poblado rural La Angostura del estado de Michoacán. La crisis diplomática que provocó su muerte rompió la protección que recibía los líderes del Cartel de Guadalajara por funcionarios de diversos niveles. Caro Quintero huyó a Costa Rica pero antes de subir a un avión privado fue interceptado en el aeropuerto de Guadalajara por un grupo de agentes de la Policía Judicial Federal encabezados por el comandante Armando Pavón Reyes, quien lo dejó salir del país.
En su declaración Pavón Reyes argumentó que lo dejaron libre porque Caro Quintero se identificó como policía con una credencial oficial de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependiente también de la Secretaría de Gobernación. Los tres capos del Cártel de Guadalajara finalmente fueron detenidos y los tres portaban credenciales de DFS o de la Procuraduría General de la República (PGR).
Operación Irán-Contras
Años después, comenzaron a salir otras versiones sobre el crimen así como “teorías conspirativas” que aunque puedan contar información contradictoria, escandalosa o inverosímil resultan más atractivas al grado que se convierten en leyendas y para muchos son más creíbles que las aburridas versiones oficiales. Una de esas versiones proporcionada por tres policías mexicanos que están en el programa de “testigos protegidos” en Estados Unidos señala que Manuel Bartlett Díaz estuvo presente durante la tortura del agente Camarena, junto con el General Juan Arévalo Gardoqui, secretario de la Defensa de México, porque supuestamente eran protectores del Cartel de Guadalajara.
Ese relato señala que los narcotraficantes le entregaron a Manuel Bartlett “cuatro mil millones de dólares” para su campaña política ya que pretendía ser el próximo presidente de México. Una cifra que por sí sola hace dudar de esa versión.
Posteriormente salió otra versión más atractiva y más difundida en Estados Unidos que incluso ya forma parte de las populares series sobre narcos mexicanos. Se atribuye a los ex agentes de la DEA Héctor Berrellez, Phil Jordan y Robert Plumlee y señala que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) fue “la artífice” del asesinato de Camarena, debido a que el agente estaba por descubrir otro rancho en el estado de Veracruz el cual era utilizado en la Operación Irán-Contras.
Esta versión es sostenida por fuentes más autorizadas y por consecuencia creíbles para contar esa historia. Juega con la nebulosa información que hasta ese momento se conocía del proyecto orquestado por Oliver North y que fue autorizado por Robert McFarlane, asesor de seguridad del presidente Ronald Reagan y el hombre calve de la operación para apoyar a la guerrilla que se oponía a los Sandinistas, posteriormente de que tomaron el poder en Nicaragua derrocando al dictador Anastasio Somoza Debayle en 1979.
El presidente anticomunista Reagan apoyó abiertamente y legalmente a la guerrilla conocida como “Contras”, formada por fuerzas de seguridad de Somoza, con fondos autorizados por el Congreso por 179 millones de dólares, hasta que la Cámara de Representantes decidió no seguir destinando dinero para los “Contras”. Reagan argumentó su respaldo a la guerrilla señalando que los Sandinistas eran apoyados por la Unión Soviética.
Fue entonces que el Coronel Oliver North diseñó un plan secreto para financiar ilegalmente a los Contras. Actualmente, todos los documentos de la operación Irán-Contras ya están desclasificados. Fueron publicado en el libro “The Iran-Contra Scandal, The desclasificate History”, que es contada con los documentos desclasificados que publicó la organización académica The National Security Archive.
El primer documento sobre ese caso es el Memorando de Oliver North que mandó a Robert McFarlane para su autorización, titulado: “Plan de respaldo para la resistencia nicaragüense”, se presentó el 16 de marzo de 1985, es decir más de un mes después de la muerte de Camarena. Así que el agente jamás conoció esas actividades ilegales porque ya había sido asesinado y la operación inició meses después.
No obstante, la Operación Irán-Contras sí confirmó que en ambas naciones existen funcionarios similares a Manuel Bartlett, quienes apoyan actividades criminales para su beneficio o por sus proyectos políticos.
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