Columna Inmersión
Reynaldo Espinoza Negrete
Seguridad en el entorno hogareño
Viernes 6 de septiembre de 2024
“Hogar Dulce Hogar”
Así reza un pregón popular, desde cuadros, cromos, “memes”, fotografías, ampliamente difundido. Y es en casa donde se producen una gran cantidad de accidentes, en especial en niños y adultos mayores, es en ese entorno donde se corren riesgos innecesarios, a veces por descuido, otras por negligencia y otras tantas por ignorancia.
Toda vez que corremos esos riesgos en lugar de administrarlos, es cuando suceden los accidentes, provocando lesiones, temporales, permanentes y en ocasiones de consecuencias fatales.
El meollo del asunto es LA PREVENCIÓN, es decir acciones que generen no solo un ambiente seguro sino también un sitio, de los primeros podemos decir, iluminación, ventilación etcétera; de los segundos podemos mencionar pisos nivelados, instalaciones eléctricas, hidráulicas y de gas adecuadas, mobiliario ergonómico etcétera.
Lo importante es estar alerta para no llegar a condiciones de alarma.
En casa existen un sinfín de sitios donde se podría producir un accidente: Cocina, baño, escaleras, lavandería, patio, azotea.
Las lesiones generadas van desde fracturas, cortadas, quemaduras, envenenamientos, intoxicaciones, mordeduras o rasguños de mascotas, hasta heridas con armas de fuego.
De esta gama de consecuencias es necesario proceder con una revisión exhaustiva de sitios y condiciones de nuestra casa (pudiendo extenderse donde aplique, a piscinas, cocheras, pisos superiores, barandales, árboles, linderos) y, obligadamente, diseñar una estrategia para minimizar y en su caso ELIMINAR en su totalidad, el riego observado, no solo físicamente sino en algunos casos, en modificar alguna actitud o comportamiento.
Como ejemplo de esto último, anotaríamos verificar la presencia de un infante detrás o debajo de un automóvil al echarse en reversa y no confiarse en los avances tecnológicos como cámaras de reversa o periféricas, ya que el arrojo infantil en muchas ocasiones supera las expectativas.
Otro ejemplo podría ser evitar acceso libre a desniveles (escaleras) o pisos sumamente “resbalosos”, cocinar en las parrillas frontales en recipientes de gran volumen al alcance de los niños.
Para nuestra región, por supuesto orgullosamente merece un comentario destacado el manejo de las temperaturas ambientales en casa y es que con niños y enfermos debemos manejar la temperatura confort en el interior, obvio, eso tiene consecuencias económicas y es ahí donde confluye una decisión mesurada.
Mención especial lleva el tema de las instalaciones de gas domésticas, a veces de múltiples efectos tanto en patrimonios como en vidas, especial cuidado en la vigilancia de dichas instalaciones, mantenimiento y revisiones son de vital importancia realizarlas y de preferencia por profesionales del ramo, al igual que las instalaciones eléctricas.
No debemos omitir, un riesgo siempre presente que “flota” en el ambiente, en específico con niños y adolescentes… el INTERNET, como adultos, supervisemos esa acción ya que incluso a nosotros mismos nos genera ciertos riesgos en esta modernidad en la que estamos inmersos.
Ing. Reynaldo Espinoza Negrete
rendy1954@gmail.com