Columna De Primera Mano
Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
Los estudiantes se unen a la oposición a la reforma judicial
Jueves 29 de agosto de 2024
LA ACTITUD beligerante del presidente López Obrador contra Estados Unidos, ha rebasado el nivel de la embajada, Ayer, fue el gobierno del Presidente Joe Biden quien manifestó su “preocupación” ante una reforma judicial que pudiera perjudicar los intereses millonarios de las y los ciudadanos estadounidenses en nuestro país.
Desde luego, AMLO no es ningún ingenuo y podría estar vendiendo cara su carta de negociación, convencido de que una gran fortaleza mexicana es la cercanía vecinal que nos ha colocado como los principales socios comerciales del “Tío Sam”.
No se puede dejar de lado el hecho de que su salida de palacio nacional será en 35 días y que necesariamente tiene que buscar blindaje en su “séptimo año”, enterado de que la DEA, el FBI y el Departamento de Estado han elaborado y mantienen una investigación contra políticos mexicanos posiblemente ligados con la delincuencia.
Como sea, se puede tomar como una seria advertencia, el hecho de que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá hayan externado su “preocupación” ante la real posibilidad de que se establezca un sistema totalitario en el país, a partir del control que una sola persona ejerza sobre los tres poderes del Estado.
¿Habrá alguna repercusión o trascendencia luego de dicha “advertencia”?
Precisamente, sentado aún en la silla presidencial y, por lo tanto, en las negociaciones, López Obrador presiona buscando no proteger al país, sino a él mismo.
Porque a estas alturas ya se ha demostrado que lo que menos le importa es el pueblo. Así dejó avanzar la violencia en su sexenio y el abandono a los más vulnerables en materia de Salud.
Ahora, con la extraordinaria oposición a su iniciativa de reformar al Poder Judicial Federal, ha permeado en la sociedad el hecho de que su deseo no es hacer más justicia, sino vengarse de las y los ministros que han echado abajo sus iniciativas y, de paso, controlar a jueces y magistrados para hacer a un lado la Ley e imponer sus consignas políticas.
AMLO está cerrando su sexenio en medio del delirio por controlarlo todo, acabar con sus enemigos y dejar firme su herencia. Sin embargo, el riesgo que corre es enorme.
Parte de esa herencia para su sucesora Claudia Sheinbaum, será un país dividido con agravios que rebasan la histeria colectiva. Ahora, a las protestas y manifestaciones de las y los trabajadores del Poder Judicial a las que se están uniendo las organizaciones civiles, habrá que añadir a los estudiantes.
Nada más y nada menos, ayer empezó a verse la presencia de alumnas y alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México, tomando la calle y gritando consignas para defender la autonomía del Poder Judicial. Si las universidades aportan la fuerza estudiantil, la historia podría dar un vuelco inusitado.
El movimiento anti-AMLO a lo largo y ancho del país podría crecer de manera exponencial y un escenario así, es caldo de cultivo para poderosas fuerzas internacionales dispuestas a defender sus intereses a costa de todo.
UNA MUJER mayor de 90 años de edad, entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum este 1 de octubre, cuando asuma la primera magistratura del país… Ifigenia Martínez es un símbolo de la izquierda mexicana y está transitando del Senado a la Cámara de Diputados, de la que se convertirá en primera presidenta de la mesa directiva a partir del primer día de septiembre… Y para la Cámara Alta, sorprendentemente, el aparentemente “malquerido” en MORENA –Gerardo Fernández Noroña- será el primer presidente de la mesa directiva… Éste último es un radical de la izquierda, grotesco en sus intervenciones y con el resentimiento en alto grado… Al parecer, tanto doña Ifigenia como Fernández Noroña, integran ahora un mensaje inocultable: Vienen tiempos de un radicalismo socialista imparable.
UNA SENADORA michoacana y un senador tabasqueño, ambos elegidos al enarbolar la bandera del Partido de la Revolución Democrática, colaboran ahora para que MORENA y aliados alcancen la mayoría calificada en el Senado… Están solo a un senador más para lograr su objetivo los seguidores del Presidente y de Claudia Sheinbaum… Y lo tendrán… De eso no cabe la menor de las dudas… Por lo demás, los senadores “judas” aportan para la historia la certeza de la corrupción y suciedad que prevalece en la política mexicana en esta tercera década del siglo XXI.