Columna El Zancudo
Arturo Soto Munguía
Para documentar el optimismo: hora de relanzar el deporte
Martes 20 de agosto de 2024
Permítaseme una remembranza. En agosto de 2009, el muy joven atleta sonorense Alí Soto Macías fue convocado al campeonato panamericano de lucha grecorromana que se llevaría a cabo en Managua, Nicaragua, después de haber ganado su primera olimpiada nacional.
Viajó solo y sin su entrenador porque no hubo recursos para financiar ese viaje. Con apenas 16 años y 47 kilos, enfrentó a luchadores de Perú, Venezuela, Nicaragua y Estados Unidos. Les ganó a los cuatro y ninguno de ellos le hizo un solo punto, lo que le valió no solo la medalla de oro, sino el trofeo al mejor luchador del torneo.
Fue lindo porque Alí ya traía un palmarés respetable y el luchador gringo sabía que sería el rival a vencer, así que lo buscó antes de iniciar la competencia y le advirtió que lo haría polvo. La superioridad del pequeño rubio lo llevó a apostarle la butarga, es decir la prenda con los colores nacionales de cada país con los que se compite en esos torneos.
Al final, el güerito salió llorando y fue forzado por su entrenador a entregarle la butarga, porque no quería hacerlo después de que el mexicano le pegó una putiza. En algún cajón del clóset familiar está esa prenda con las barras y las estrellas.
De allí en adelante Alí ya no tuvo rival al frente. Ganó todas las olimpiadas nacionales en los siguientes años; los panamericanos de la especialidad y fue convocado a la selección nacional, con cuya casaca ganó varias competencias internacionales en Europa, Asia, Norte Centro y Sudamérica, incluyendo un bronce mundial y la plata en el Panamericano de Toronto en 2015.
La historia la conozco bien porque el Alí es el más pequeño de mis hijos y es un atleta que lo dejó todo en las competencias y se ganó a pulso las becas del gobierno federal, estatal, municipal, así como privadas, aunque también le tocó lidiar con mezquindades oficiales.
Ayer que el gobernador Alfonso Durazo entregó becas a más de 450 atletas sonorenses de diversas disciplinas, no pude menos que recordar la importancia de estos estímulos para la forja de campeones que, créanlo, no nacen; se hacen en medio de ambientes bien difíciles, con muchas carencias y con más dificultades contra las que también deben luchar todos los días.
Los atletas que fueron acreedores a estas becas las tienen más que merecidas: han ganado competencias nacionales e internacionales y en muchos casos lo han hecho con el sacrificio personal y familiar; con mucha voluntad y entrega y con muy pocos recursos. También hubo becas para atletas que han mostrado potencial y que tienen competencias en puerta.
En el caso de Alí, fue fundamental que la Conade de aquellos años lo haya concentrado en el Centro de Alto Rendimiento en Ciudad de México y que el Fideicomiso CIMA (Compromiso Integral de México con sus Atletas) lo haya becado, porque eso hizo posible que subiera a tantos podios en muchos países del mundo.
Por eso es una buena noticia que el gobierno del estado reconozca y estimule a los y las atletas que han conquistado 131 medallas de oro en competencias nacionales; también 97 platas y 85 bronces. La beca, como suele decir el gobernador, no les resuelve la vida, pero sí facilita la resolución de problemas cotidianos que sin ellas, afectarían su rendimiento.
También se entregaron becas para 69 atletas con logros deportivos y con perspectiva en eventos federados; 27 para prospectos nacionales Conade y 43 para deportistas paranacionales.
Por cierto, fue un gran estímulo para los y las jóvenes atletas, que fuera la medallista olímpica Alejandra Valencia quien estuviera presente y les dirigiera unas palabras en el evento, porque Alejandra es el espejo en el que sueñan reflejarse toda esa generación de jóvenes que están forjando sus vidas en el difícil sendero de las glorias deportivas.
Falta muchísimo por hacer en cuanto a las políticas públicas dirigidas al deporte amateur y al de alto rendimiento, pero es esperanzador enterarse de que en Sonora se está poniendo atención en ese rubro, que suele dejarse olvidado.
De los seis años con Ana Gabriela Guevara al frente de la Conade mejor ni hablar. Fue la decepción total, y ojalá que la presidenta electa Claudia Sheinbaum dé un golpe de timón para recuperar el tiempo perdido. En México hay un enorme potencial de talentos deportivos que se quedan en el camino porque quienes tienen capacidad de decisión se pierden en grillas baratas y se asumen intocables, con la facultad de hacer lo que les dé su chingada gana con los recursos públicos que, si estuvieran bien aplicados, no tendríamos por qué mandar a los y las atletas a vender sus calzones para conseguir los recursos que ayuden en su formación.
Para documentar el pesimismo
Navegando por las redes sociales el pasado fin de semana me encontré un video que me movió a la tristeza y a la pesadumbre.
Un payaso al que nunca había visto pero supongo que es parte del entramado de las nuevas famas, hizo un sketch parodiando a la colega y amiga Reyna Haydee Ramírez, Más allá de los recursos histriónicos que podrían decirse limitados, me llamó la atención la profunda carga de racismo, clasismo y misoginia con que hizo escarnio de una periodista que se ha caracterizado por mantener una línea crítica hacia ciertas políticas de la llamada cuarta transformación.
La parte medular del sketch consistía en exagerar el acento sonorense de Reyna para subrayar su ‘provincianismo’ y en insistir en un chiste en el que la periodista explicaba que ‘allá en el ransho’ se murió la vaca y ahora tenía que ordeñar al toro para beber de su leche. Supongo que esa era la apuesta por lo más ‘chistoso’ de todo el sketch, porque volvía una y otra vez sobre lo mismo.
Hurgando por ahí me encuentro con que el payaso en cuestión incursionó en esas lides actuando en los camiones y en la calle, pero recientemente ha cosechado tanto éxito que ya apareció en algunos programas de humor político en el canal gubernamental 14, que pertenece al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano.
Su éxito consiste en ridiculizar a los adversarios del gobierno: lo hizo con Xóchitl Gálvez; a los adversarios internos del morenismo: lo hizo con Marcelo Ebrard durante la contienda por la candidatura presidencial y no es difícil concluir que a petición expresa, la emprendió contra la periodista sonorense como, supongo, lo hará con cualquier otro personaje incómodo para el gobierno.
El humor político desde las carpas y las calles surgió hace muchísimo tiempo y por definición, su contenido era contestatario, crítico hacia el gobierno y sus personajes. Hay todo un legado que dejaron personajes geniales como ‘Palillo’ Martínez o Enrique Cisneros “El Llanero Solitito” y todas las generaciones de artistas callejeros surgidos del Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA), una organización que el año pasado celebró 50 años de existencia.
El punto es que esas expresiones surgieron desde abajo, desde los movimientos populares de izquierda y recurrían con mucha frecuencia a la sátira política para cuestionar al poder y sus personeros.
El payaso (Globolín, creo se llama) parece ser un producto nacido bajo la lógica obradorista de que así como la prensa se regula con la prensa (que no es otra cosa que utilizar los medios públicos financiados con el erario para demoler honras y reputaciones de adversarios políticos y periodistas no alineados), el humor político de oposición se regula con el humor político desde el gobierno. La diferencia es que para el escarnio, la ridiculización y el denuesto, los medios oficiales utilizan recursos públicos.
El tema da para mucho, pero vale destacar que el video fue retomado por varias cuentas afines al gobierno, particularmente una: La Catrina Norteña, que es cabeza de playa de una granja muy nutrida de bots y trolls oficiales que celebraron ruidosamente el despliegue de racismo, clasismo y misoginia del payaso citado. Triste, porque se supone que al cuarta transformación es una denodada fuerza que se opone a esas prácticas, aunque parece ser que solo cuando se dirigen a sus correligionarios (as).
Habrá quien diga que, por ejemplo Brozo recurre a la sátira política y con frecuencia incurre en violencia verbal y misoginia, y que lo hace financiado por empresarios y políticos desafectos a la 4T. Y tendrán razón. De hecho, al ‘payaso tenebroso’ también le tocan sus buenos llegues desde los canales oficiales; incluso hoy está siendo investigado en sus finanzas personales por la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno mexicano.
Pero írsele a la yugular a Reyna Haydee es, por lo menos, un exceso, rudeza innecesaria y la evidencia muy clara de la delgada piel de los voceros oficiales y oficiosos.
Es cuánto.
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