Columna Mensajes
Gilberto Armenta Reyes
Fernández Noroña el incómodo
Martes 25 de junio de 2024
El error más grave que puede cometer un político, de cualquier nivel, es el reclamar victorias que no le corresponden, o peor aún, exigir privilegios electorales no ganados, y si a eso le agregamos que los reclamos se los haga a una presidente recién electa, cuyo sexenio técnicamente aún no inicia, el tema se enrarece más.
Gerardo Fernández Noroña ha vivido del erario toda su vida, escondido detrás de una vaga figurita de luchador social anti sistema primero, y de un político cuyo perfil, dice él, siempre será candidateable, después.
Esto ya se lo echan en cara sus propios “compañeros de lucha”.
Ha ganado elecciones en tres ocasiones, es cierto, pero también se ha deslizado en los privilegios de la vía plurinominal que, en los contrarios y vestido de cilicio acusa de corrupción, pero que en él defiende como derechos bien ganados.
De ese modo se ha sabido imponer como candidato permanente en cada elección primero en el PRD, y luego en el PT, pero, ojo con esto, a este último le debe gran parte de sus últimos cargos, pero se ha negado a registrarse a este como militante.
De hecho, mañosamente, “renunció” a sus filas para adherirse a Morena ¡a partir del 2024!
Resumiendo, Fernández Noroña tiene carrera partidista en agrupaciones socialistas de antaño, y también fue militante acérrimo del PRD, como arriba se dice, pero al que renunció por no coincidir con sus liderazgos, incluido el propio Andrés Manuel López Obrador, a quien le recriminó haber “perdonado a Calderón por el fraude de 2006”. Así su grado de encono contra quien no piensa como él.
El currículum político de este hombre de 64 años es extenso, lleno de vaivenes y escándalos de toda naturaleza.
Ha sido acusado de misógino, y lo es. También de violento contra hombres y mujeres, y lo es. De hipócrita, y lo es, porque se abraza de los preceptos de la austeridad de la 4T; pero le gusta vivir como pequeño burgués.
Es intolerante, gritón, irrespetuoso, altanero, provocador y un tanto mequetrefe.
Además, si usted revisa a conciencia sus logros políticos o sociales a favor de los pobres o vulnerables, no encontrará un solo acto que lo salve, porque sus participaciones como diputado federal han sido siempre para denostar a la oposición, pero nunca para proponer, para negociar o para contribuir al bien de México.
José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña es su nombre completo, y ha sido siempre el luchador rudo de máscaras diversas de la política mexicana.
Solo que esta vez se equivocó, porque sus denuestos fueron contra Claudia Sheinbaum quien ya encabeza la política y sus nuevos acuerdos en México, contra el partido Morena y contra Adán Augusto López y Ricardo Monreal, ambos con el derecho morenista más genuino de ser designados coordinadores de los senadores y diputados federales, respectivamente.
Su atrevimiento ya recibió la primera bofetada blanca, cuando la misma presidente electa le dijo que él participó por el PT y no por Morena, restregándole además que lo hizo sin ser militante activo de ese partido, y cuando le mandó tremendo mensaje entre líneas al sólo mencionar que “hablaremos con el compañero, que es valioso”; pero nunca aceptando las exigencias del virtual, o ya no tanto, senador plurinominal por el PT.
Mal parado deja Fernandez Noroña al PT frente a Morena, cuando se atreve a suponer que su influencia política frente a la de Sheinbaum Pardo, le da lo suficiente como para poner condiciones a cambio de su presencia “solidaria” dentro del movimiento 4T, y su segundo piso.
¿Cómo impactará a Sonora esto? Por ahí dicen que en política no hay coincidencias ni casualidades, menos sorpresas ni algo escrito; por eso déjeme decirle que podríamos estar tanto así de que surja el “Fernández Noroña” sonorense, que sienta que le deben más de lo que recibe, y que podría empezar muy pronto, a reclamar su propio territorio, sintiéndose más absoluto que cualquiera que se le ponga enfrente.
Al tiempo.