Columna El Zancudo
Arturo Soto Munguía
Buenas señales
Viernes 21 de junio de 2024
No hay, y no tenía por qué haberlas, señales de que el gobierno de Claudia Sheinbaum perfile un deslinde del proyecto obradorista a partir de la integración de su gabinete. Lo que sí hay son señales de que el abordaje de ciertas políticas públicas tendrá un replanteamiento interesante, con matices relevantes a las de quien sucederá en la presidencia.
Ya hubo varios mensajes de la virtual presidenta electa para tranquilizar a los mercados y ahuyentar las versiones alimentadas desde hace seis años o más por aquellos que se levantan a media noche en medio de una pesadilla en la que aparecen buscando comida en los contenedores de basura “como en Venezuela”.
Una narrativa que en todos estos años no ha hecho mella ni en el electorado ni en los ámbitos donde se deciden políticas financieras y monetarias globales, donde parecen haber tomado con calma estas etapas iniciales de la transición del poder en México.
De hecho, la muy neoliberal revista Forbes consignó que tras los primeros nombramientos el peso tuvo una apreciación de 0.44% colocándose como la segunda mejor apreciada frente al dólar. No es casual que en la víspera, los capitanes del dinero en México hayan acudido a cuadrársele a la próxima presidenta y hayan comprometido inversiones por 42 mil millones de dólares.
El nombramiento de Marcelo Ebrard como secretario de Economía debió ser tomado con beneplácito en EEUU y Canadá, los principales socios comerciales de México y con quienes tendrá la responsabilidad de renegociar el acuerdo comercial tripartita T-MEC.
Marcelo está a años luz de representar el petate del muerto del comunismo con el que todavía muchos pretenden espantar. De hecho, se acerca más al perfil tecnócrata, aburguesado y negociador. Si no que le pregunten a Donald Trump acerca de aquel funcionario mexicano al que nunca le había resultado más fácil doblar. O sea, si creen que el carnal Marcelo va a llegar a Washington con un comando de barbudos para romper el T-MEC, pueden irse despojando de esa idea.
Hay otro nombramiento muy interesante: el de Rosaura Ruiz, que se hará cargo de una nueva secretaría de Estado, la de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación en la que se convertirá el Conacyt.
Esto es relevante porque manda una señal esperanzadora para la comunidad académica y científica con la que el obradorismo rompió lanzas en más de una ocasión, enviándoles a María Elena Álvarez-Buyllia que llegó a sobreideologizar el quehacer del Conacyt y a cobrar afrentas reales o imaginarias con esa comunidad.
Rosaura Ruiz Gutiérrez ya trabajó con Sheinbaum cuando esta fue jefa de gobierno en CDMX; doctora en Biología, estuvo a cargo de la Secretaría de Educación en el gobierno capitalino donde creó la Universidad Rosario Castellanos, amplió las preparatorias públicas y lanzó la Universidad de la Salud; también fue el enlace de la campaña de Claudia Sheinbaum con la comunidad científica. Se trata de una académica con profunda visión social y muy buen conocimiento de las materias en su nuevo encargo.
Ya habíamos mencionado que Rogelio Ramírez de la O repite en la Secretaría de Hacienda, lo cual es otro guiño con los mercados internacionales y con el gobierno de EEUU, pues se trata de un perfil que ya hubieran querido los tecnócratas del periodo neoliberal.
Juan Ramón de la Fuente no necesita mayor presentación. Su impresionante hoja de servicios lo acredita como un tipo brillante, conciliador y firme en sus convicciones democráticas. Él se hará cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
A la Sader llega Julio Berdegué Sacristán, que del tema agropecuario sabe mucho. De hecho él coordinó el eje de Desarrollo Rural y Soberanía Alimentaria en la campaña de Sheinbaum. Es experto en política agroalimentaria, licenciado en Ciencias de la Agricultura por la Universidad de Arizona; maestría en la Universidad de California y doctor por la Universidad de Wageningen, Holanda. Ha trabajado en varios organismos internacionales incluyendo la FAO para América Latina y el Caribe.
Alicia Bárcena se hará cargo de Semarnat y Ernestina Godoy de la Consejería Jurídica de la presidencia.
En resumen, fue un buen ‘line up’ el que presentó la virtual presidenta electa y consiguió el objetivo de atemperar los ánimos en sectores tradicionalmente nerviosos en toda transición delineando lo que a todas luces parece un gabinete sin rupturas ni deslindes, pero con su propio sello.
En unos días más presentará otra tanda de funcionarios y los ojos están puestos en cargos relevantes como la Secretaría de Gobernación, donde se ha mencionado mucho el nombre de Mario Delgado, o la Secretaría del Bienestar donde se concentra la mayor parte del presupuesto destinado a programas sociales que tan buenos resultados dieron a la actual administración, no solo en el combate a la pobreza, sino en la consolidación de una base electoral a la que la oposición simplemente no encuentra la manera de recuperar.
Falta ver, desde luego quién llega a la Secretaría de Seguridad, aunque parece estar completamente decidido que esa cartera la ocupará Omar García Harfuch.
Por lo pronto se quedaron con las ganas quienes suponían que, al venir de una formación de izquierda, Sheinbaum articularía un gabinete con puros Noroñas y Citlallis, que son muy buenos para la grilla pero no tienen experiencia en cargos ejecutivos en los que se requiere una excelente formación técnico-académica y una profunda visión social, como parece ser el caso.
II
Pues no, al menos en la primera horneada de próximos secretarios de Estado no apareció el nombre de Alfonso Durazo Montaño, una posibilidad que se ha manejado con sospechosa insistencia en algunos espacios periodísticos, como si en el fondo escondieran el deseo de que el de Bavispe deje a medias su gestión al frente del estado.
Lo cierto es que ante un eventual llamado de la virtual presidenta electa, una negativa sería más que remota, aunque personalmente creo que no va a suceder mucho menos en estos momentos cuando el gobernador se apresta a tomar el camino de la segunda mitad de su mandato con una serie de proyectos de infraestructura de gran calado que están impactando fuerte en la economía regional.
Además, Sheinbaum ya expresó su respaldo a esos proyectos, señaladamente los relacionados con el Plan Sonora de Energía Sostenible, lo que fue citado ayer por Durazo Montaño durante el sexto encuentro con el Consejo de Participación Empresarial Sonorense, donde dijo que ya hay un compromiso pactado con la próxima presidenta de México y con su equipo.
Esto significa que se dará continuidad al modelo de transición energética en el que por cierto tiene cabida el sector empresarial donde entienden que estos proyectos fortalecerán el crecimiento económico del estado en el que participan apoyando la formación del talento humano, la construcción de infraestructura y el desarrollo de proyectos para el sector agropecuario.
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