Cumbre en Madrid, punta del iceberg derechista

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Washington y Nueva York. La conferencia internacional de la derecha realizada en Madrid es sólo una expresión pública de una red de nacionalistas ultraderechistas que están trabajando de manera coordinada para brindar apoyo mutuo, a fin de ampliar su poder político, afirman expertos.

Aunque los mandatarios que asistieron al cónclave, entre ellos el argentino Javier Milei, el húngaro Viktor Orban y la italiana Giorgia Meloni, captaron la atención, entre otros participantes en Madrid había algunos que llegaron desde Estados Unidos. Mercedes Schlapp, quien trabajó en la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump y es oficial del Comité de Acción Política Conservador (CPAC), una de las organizaciones de derecha más influyentes en el país, ofreció un discurso, en español, en el cual instó a los delegados a enviar tanto a Joe Biden como a Pedro Sánchez de vacaciones permanentes.

También presente estaba un vicepresidente de la Heritage Foundation, el tanque pensante que ha elaborado una agenda detallada de 900 cuartillas para el próximo periodo de Trump en la Casa Blanca, la cual incluye planes detallados para la deportación de millones de indocumentados, una purga hasta de 50 mil empleados del gobierno federal que no son suficientemente leales a Trump, y recortes profundos en el gasto social gubernamental.

La meta principal de la conferencia en Madrid fue construir unidad entre la derecha en la Unión Europea, la cual espera ganar la mayoría en el Parlamento Europeo en elecciones programadas para junio.

El periodista John Feffer, autor del libro sobre la derecha internacional Right Across the World: The Global Networking of the Far-Right and the Left Response, recuerda que hace seis años la ultraderecha europea no estaban enfocada en elecciones como ahora. Miren lo que promete ser una victoria histórica en la elección europea, comentó en entrevista con La Jornada. Por un lado, a quién le importa porque ese Parlamento no tiene mucho poder, aunque por otro lado sí es un indicador del poder de la ultraderecha en Europa.

Feffer observa una cooperación menos formal y profunda entre la derecha europea y sus homólogos estadunidenses, pero señala que la derecha estadunidense considera, en particular a Orban, como un líder que merece ser emulado. De hecho, esta semana, el senador republicano derechista JD Vance, de Ohio, declaró a CBS News que al enfrentar las protestas estudiantiles en las universidades en este país sobre la guerra de Israel en Gaza, Estados Unidos podría aprender de Orban, quien ha impuesto control a las universidades y cerrado el debate en Hungría. Trump también ha repetido elogios a Orban.

Mercedes Schlapp, quien trabajó para Trump en la Casa Blanca, durante su participación en Viva24, encuentro del partido ultraderechista español Vox celebrado en Madrid. Foto Afp

Hay una presencia continua de políticos derechistas de otros países en reuniones políticas conservadoras en Estados Unidos, tal como las realizadas por CPAC, y ahí como en otros lugares, Trump se ha reunido frecuentemente con otros líderes derechistas. También hay mayor coordinación entre agrupaciones ultraderechistas, donde por ejemplo, en un acto de CPAC en Texas en 2022, Orban llamó a que cristianos nacionalistas en Europa y Estados Unidos unieran fuerzas, porque nosotros húngaros sabemos cómo derrotar a los enemigos de la libertad en el campo de batalla político.

En una conferencia de CPAC en febrero de este año, reportó NBC News, racistas extremistas, algunos de los cuales portaban gafetes oficiales, platicaban abiertamente con invitados a la conferencia donde expresaban teorías de conspiración antisemitas.

Expertos señalan que las interacciones entre estas agrupaciones tiene antecedentes de décadas y ahora incluyen algunos grupos abiertamente fascistas. De hecho, el proyecto de monitoreo Global Project Against Hate, con sede en Alabama, reporta que cuando unos mil neonazis, neofascistas y nacionalistas blancos marcharon en Francia el pasado 9 de mayo para recordar la muerte de un militante ultraderechista, por lo menos tres grupos estadunidenses se sumaron a ese acto. Dado que el Frente Patriota tradicionalmente se enfoca en activismo dentro de Estados Unidos, su supuesta nueva alianza con neonazis franceses es preocupante, informa el proyecto de monitoreo.

De acuerdo con el informe más reciente del Southern Poverty Law Center, se han identificado mil 225 agrupaciones derechistas de odio racial y antigubernamentales en Estados Unidos, y reportaron que éstos ahora operan cada vez más abiertamente en los escenarios políticos (mapa de la ubicación de estos grupos: https://www.splcenter.org/hate-map).

Los neonazis no son distantes de la campaña electoral de Trump. En 2022, el magnate fue anfitrión de Nick Fuentes, figura nacionalista blanca que niega la existencia del Holocausto judío, junto con el famoso rapero Kanye West, en su mansión de Mar-a-Lago. Vale recordar que el ex jefe de gabinete de Trump, el general retirado John Kelly, comentó a CNN sobre una conversación con el entonces presidente en la Casa Blanca: “él me dijo: ‘pero Hitler hizo algunas cosas buenas’. Yo le pregunté ¿cuáles? Y él respondió: ‘bueno, (Hitler) reconstruyó la economía’. ¿Pero qué hizo con esa economía reconstruida? La usó contra su propio pueblo y contra el mundo. Y le indiqué: ‘señor, uno no puede decir nada bueno sobre ese tipo. Nada’”.

Esta semana, la cuenta de Trump en la red social Truth Social renvió un video con imágenes sobre cómo sería Estados Unidos si el ex presidente es relecto en noviembre. Entre los encabezados de periódicos que se imaginan, estaban ¡Economía en auge! y Frontera cerrada. Bajo un encabezado que dice: ¿Qué sigue para Estados Unidos? hay una referencia a la creación de un Reich unido. Después de que la campaña de Biden criticó el uso de ese vocabulario, señalando que esa palabra está casi siempre asociada con el Tercer Reich de Hitler, fue retirado el mensaje con el video y se explicó que había sido un error.

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