Madrid. A partir de hoy, Madrid es la capital internacional de los partidos de extrema derecha, que acudieron al llamado de Vox para celebrar un acto político en el que expondrán sus mensajes de odio al migrante, de rechazo a la diversidad sexual y sobre la reafirmación de un ideario en el que se autoproclaman patriotas europeos y defensores del legado de las naciones con raíces judeocristianas.
Asiste un abanico de dirigentes de América y Europa, entre quienes se cuentan el presidente de Argentina, Javier Milei; la presidenta de Italia, Giorgia Meloni; la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, y el presidente de Hungría, Víctor Orban.
El Palacio de Vistalegre, espacio que se utiliza habitualmente para actos deportivos, conciertos o mitines políticos, situado en uno de los barrios obreros más populares de Madrid, Carabanchel, es donde hace menos de 10 años, el hoy casi extinto movimiento de izquierdas agrupado en torno a Podemos realizó sus principales actos políticos
Ahora, Vox, ese partido de extrema derecha que aboga contra la entrada de migrantes de raíces musulmanas a Europa, que lucha por ilegalizar a partidos independentistas y encarcelar a sus dirigentes, es el que ocupa esa plaza, llenándola por completo e, incluso, provocando tumultos. Este año se colocaron pantallas gigantes en las inmediaciones para que los simpatizantes que no logren entrar a la convención Europa Viva, puedan seguir los discursos en directo.
Al tratarse de una especie de reunión internacional de las fuerzas vivas de la extrema derecha, sus simpatizantes se movilizaron desde diversos puntos del continente y, por supuesto de España, hasta Madrid para escuchar a sus líderes.
Algunas de las intervenciones más esperadas son las del argentino Milei, de la italiana Meloni, del húngaro Orban, de la francesa Le Pen, del chileno José Antonio Kast, del portugués Andre Ventura y del ministro israelí de Lucha contra el Antisemitismo, Amijail Chikli, y, por supuesto, del anfitrión español, Santiago Abascal, líder de Vox.
Los encuentros fueron organizados por la Fundación Disenso, el centro de pensamiento de la ultraderecha española, como las mesas de diálogo Cultura de la cancelación y Los medios de comunicación y el poder político.
Una de las visitas que más expectativa genera es la de Milei, sobre todo a raíz de la polémica con el gobierno español del socialista Pedro Sánchez, tras las acusaciones del ministro de Transportes español, Óscar Puente, de que el mandatario argentino consumía sustancias, y que provocó que el gobierno andino lo tildara de energúmeno.
El viaje de Milei a España tiene carácter privado, por lo que no se prevé ninguna reunión con representantes del gobierno o de la Casa Real. En cambio, mantendrá un encuentro con empresarios españoles como los de Repsol, Telefónica, Grupo Santander e Iberdrola.
Ayer, Milei presentó su libro El Camino del Libertario, junto a un periodista de la derecha española y director del diario La Razón, Francisco Marhuenda, evento en el que Milei expresó agradecimiento a su anfitrión de Vox: Cuando nadie me quería, el único que me abrazó fue Abascal. Era imperativo moral participar en el evento, pues, además, es un gran amigo, un gran ser humano.
El presidente sudamericano participó en este encuentro internacional en 2021. En aquella ocasión realizó uno de los mítines más celebrados por los asistentes ultras, en el que insistió en su mensaje de hermanados de manera irrevocable en la batalla cultural y política por la libertad y contra la ruina izquierdista. Esta vez, aprovechó la presencia de la prensa para cargar contra la ideología socialista, a la que catalogó como un cáncer y aseveró que “los ‘progres’ son una máquina de hacer pobres”.