Ciudad de México. El incremento de aranceles por parte de México a productos provenientes de países con los que no tiene acuerdos comerciales, en particular China, no es apropiado para fomentar la industria nacional ni el mercado interno, de acuerdo con BBVA Research.
El pasado 23 de abril, la Secretaría de Economía (SE) emitió el decreto para modificar la tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, medida que consistió en aplicar aranceles temporales de entre 5 y 50 por ciento a 544 productos de acero, aluminio, textiles, confección, calzado, madera, plástico, entre otros.
Lo anterior busca brindar certidumbre y condiciones de mercado justas a los sectores de la industria nacional que enfrentan situaciones de vulnerabilidad, así como fomentar a la industria nacional y el mercado interno.
No obstante, analistas de BBVA Research consideraron que este incremento de gravámenes no es apropiado para cumplir con los fines que persigue, ni se alinea con los incentivos de los inversionistas.
Incertidumbre para inversionistas
Afectaría negativamente la atracción de inversión extranjera directa y la relocalización de empresas, ya que aumenta la incertidumbre para la planeación si los inversionistas perciben dificultades para acceder a insumos a precios competitivos, así como dificultades para exportar dichos productos a mercados que apliquen aranceles a México en represalia, señalaron.
BBVA Research consideró que las medidas puestas en práctica por el gobierno federal son similares a las tomadas por el ex presidente Donald Trump ante el déficit comercial que tenía Estados Unidos con México, pues no son resultado de una resolución ante prácticas desleales de comercio internacional, por lo tanto son proteccionistas.
Un déficit comercial no es prueba de prácticas desleales, indicaron antes de señalar que el déficit comercial que México tiene con China no representa ni la mitad del superávit comercial que el país tiene con Estados Unidos.
Apuntaron que las medidas impactan negativamente a los consumidores, al incrementar el precio final al que se comercializan dichos productos, al dificultar el abastecimiento y encarecer los insumos que se integran a las diferentes cadenas productivas.
Imponer aranceles argumentando que ello fomentará la industria nacional puede llevar a que ésta pierda competitividad. Por otro lado, perjudica a las industrias nacionales que requieren esas mercancías importadas como insumos, haciendo más costosa su producción y disminuyendo su competitividad, señala el análisis.
En el caso de la industria textil, que atraviesa problemas de importación de mercancías valuadas en precios más bajos, así como la proliferación de plataformas asiáticas aprovechan las exclusiones arancelarias, BBVA Research indicó que es preciso combatir las importaciones de mercancías que no respeten la propiedad intelectual (piratería) o aquellas que son robadas, mediante fortalecimiento de procesos aduanales.