Tel Aviv. Benjamin Netanyahu dijo a Antony Blinken que no aceptará poner fin a la guerra en Gaza como parte de un potencial acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes, se informó.
El secretario estadunidense de Estado presionó para que se envíe más ayuda a la franja y por una tregua inmediata, en una reunión con el primer ministro en Jerusalén, punto final de su más reciente gira diplomática por Medio Oriente.
Funcionarios palestinos de salud sostienen que el bombardeo israelí –en represalia por los letales ataques de Hamas, el 7 de octubre– ha dado muerte a más de 34 mil personas. Naciones Unidas afirma que casi la mitad de la población de Gaza padece hambre catastrófica.
Durante una reunión de dos horas y media, Blinken reiteró la importancia de acelerar y sostener la entrega de ayuda en Gaza, así como los esfuerzos por alcanzar un acuerdo inmediato de alto el fuego e intercambio de rehenes. Se espera que visite el puerto sureño de Ashdod, que en fecha reciente comenzó a recibir ayuda para Gaza, luego de una intensa presión internacional.
Funcionarios israelíes declararon a los medios que Netanyahu dejó en claro que no aceptaría ningún acuerdo sobre rehenes que dependa de poner fin a la guerra. Aseguró a Blinken que estamos interesados en llegar a un acuerdo, y decididos a derrocar a Hamas, indicó un funcionario al diario The Times of Israel. Tel Aviv presentó su oferta más reciente a Hamas la semana pasada, por conducto de mediadores egipcios.
La idea de que vamos a detener la guerra antes de lograr todos los objetivos está fuera de cualquier discusión, aseveró el mandatario israelí a familias de los rehenes en secuestrados desde el 7 de octubre por el movimiento islamita Hamas, en el poder en Gaza.
Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamas, con o sin acuerdo (de tregua), para conseguir la victoria total, agregó.
Gaza sufre una crisis humanitaria en desarrollo casi siete meses después de la ofensiva devastadora lanzada por Israel en represalia por los ataques del 7 de octubre liderados por Hamas que mataron a mil 200 personas en Israel. Infografía Graphic News
Blinken ha acusado a Hamas de interponerse en el camino de un pacto y lo instó a aceptar lo que llamó un extraordinariamente generoso acuerdo de tregua. Conforme al borrador vigente, se liberaría a 33 rehenes a cambio de un número mayor de prisioneros palestinos y una pausa en los combates. La expectativa es que pudieran darse más pasos hacia un posterior acuerdo integral.
El tiempo es ahora, expresó Blinken ayer. En una reunión con el presidente israelí, Isaac Herzog, en Tel Aviv, le comentó: “estamos decididos a lograr un alto el fuego que lleve a los rehenes a casa y a hacerlo ahora, y la única razón por la que no pueda concretarse es por causa de Hamas.
“Hay una propuesta sobre la mesa y, como hemos dicho, ‘nada de retrasos, nada de excusas’”, advirtió. El acuerdo también permitiría enviar a Gaza comida, medicina y agua que se requieren con urgencia, añadió.
Luego de reunirse en el hotel donde se hospeda con Herzog y con familiares de estadunidenses retenidos por Hamas, Blinken saludó brevemente a varias docenas de manifestantes que se habían reunido en el exterior, en demanda de un acuerdo inmediato de alto el fuego.
Un alto funcionario de Hamas señaló que el grupo aún estudia la propuesta de acuerdo, pero acusó a Blinken de mostrar falta de respeto hacia ambos bandos, a la vez que describió a Israel como el verdadero obstáculo. Los comentarios de Blinken contradicen la realidad, sostuvo Sami Abu Zuhri.
El viaje de Blinken se realiza antes de la esperada ofensiva de Israel en la ciudad sureña de Rafah, último refugio en la minúscula franja, donde se hospedan más de 1.5 millones de desplazados, muchos de ellos viviendo en tiendas de campaña. Durante su visita a Israel, Blinken enfatizó la postura estadunidense respecto a un ataque a Rafah.
El presidente Joe Biden ha dejado en claro en entrevistas que tal bombardeo sería una línea roja, y ha advertido que la política de Washington podría cambiar si Israel no toma medidas en relación con el daño a civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores de ayuda.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya