El proyecto Meclipseo2024 creado por un grupo de científicos mexicanos para observar las perturbaciones geomagnéticas, eléctricas y gravitacionales, durante el eclipse total de Sol del 8 de abril, ya tiene resultados preliminares de sus experimentos que concluyen que el espectáculo astral tuvo efectos en la tierra sólida que no son perceptibles a los sentidos humanos, pero que se pueden medir con aparatos especiales.
Antes del eclipse, investigadores del Servicio Magnético del Instituto de Geofísica (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como del departamento de Geofísica de Ingeniería, del Instituto de Geociencias y el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA), campus Morelia, se organizaron “en torno a un proyecto ambicioso, que no sólo estudió el momento en que la Luna se alineó con el Sol, sino que contempló todo un ciclo lunar.
Comenzamos a levantar indicadores en la Luna llena del 25 de marzo y concluimos sus mediciones en la del 22 de este mes, dijo Gerardo Cifuentes Nava, del IG.
Durante la charla ¿Qué es el proyecto Meclipseo?, organizada por el Museo de Geofísica de la máxima casa de estudios, el investigador explicó que el nombre del proyecto corresponde a las siglas en inglés de Manuel Mena’s Eclipse Solid Earth Observation, que en español se traduce como observación de tierra sólida Manuel Mena, pues se tomó el nombre de un científico ya jubilado del IG que hizo grandes aportaciones a la vulcanología y a la geociencia a través de sus observaciones al campo gravitacional y la marea terrestre.
El especialista mencionó que los ciudadanos están acostumbrados a ver las transmisiones de este evento astral, desde que empieza la fase de sobreposición de la Luna y del Sol, el momento de cobertura total, y hasta que concluye, eso es lo que todo mundo ve, es lo que impresiona a las personas porque en sí mismo es de una gran belleza.
Pero los integrantes de Meclipseo, tenían otras inquietudes en el marco del eclipse total de Sol del 8 de abril, la principal de ellas:¿Qué ocurre en la Tierra mientras sucede este fenómeno astral?
Cifuentes Nava explicó que la observación realizada durante el ciclo lunar completo (28 días) previo al 8 de abril, se dedicaron a analizar la marea terrestre, que es muy parecida a lo que conocemos como marea oceánica, sólo que no se desarrolla sobre un líquido sino sobre un sólido, que es la corteza terrestre, pero que se genera bajo el influjo del Sol y la Luna, aunque no es tan perceptible ni conocida por la población.
Durante ese periodo, una parte de los integrantes de Meclipseo se instaló en la Isla de la Piedra, en Mazatlán, Sinaloa, y otro se quedó en la subestación el Instituto de Geofísica en Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México, para levantar sus indicadores, con instrumentos como el gravimetro, que mide el campo de atracciones gravitacional no sólo del planeta, sino también de la Luna y el Sol, y es capaz de detectar campos gravitacionales muy pequeños, como el que puede producir un yacimiento de mineral o una cavidad en el subsuelo, o un acuífero.
También instalaron un magnetómetro, una brújula ultrasensible, que puede detectar los cambios que hay en el campo magnético; un resistivímetro, usado para medir el campo eléctrico, que hace tomografías en el subsuelo para ver cómo evoluciona lo que se encuentra por debajo de nosotros, y un sismómetro de banda ancha, para detectar sismos, con la característica de permitirnos hacer un mapeo a profundidad de la composición del subsuelo y el ruido sísmico.
Otros equipos fueron el sistema de posicionamiento global de alta resolución, para observar la formación de la corteza terrestre, ya que pueden medir componentes horizontales y verticales hasta milímetros de movimiento.
A un par de días de concluir sus mediciones, Cifuentes Nava mencionó que ya tienen resultados preliminares en donde se observa el efecto gravitacional de la Tierra durante el ciclo lunar, donde hay valores máximos alcanzados el día del eclipse total de Sol.
Sobre el comportamiento del subsuelo, las tomografías detectaron cambios en los campos eléctricos, los últimos días de marzo y los primeros de abril, se observaron tormentas geomagnéticas.
Aunque todavía siguen analizando los datos recabados, entre las conclusiones a las que llegaron destaca que los eclipses totales de Sol no causan sismos y no interrumpen las comunicaciones, pero sí tienen efectos en la tierra sólida, que no son perceptibles a los sentidos humanos, pero se pueden medir con esos aparatos especiales.