Columna Encuadre
José Felipe Medina
Las campañas en Sonora suben de tono
Miércoles 24 de abril de 2024
Si creíamos que las campañas en Sonora transcurrirían lánguidamente, sin sobresaltos, sin señalamientos y un tanto “guangas”, creo que fuimos demasiado ingenuos y/o confiados en el buen comportamiento de los diferentes actores partidistas.
Lo que está en juego, el poder, provocó que la civilidad y el compromiso de todos por unas elecciones limpias, de propuestas, maravillosamente decentes, quedaran atrás.
Dos muestras: la presencia en la Entidad de Manuel Espino Barrientos, de non gratos recuerdos para los panistas de a deveras en Sonora, y de Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, vino a alborotar el cotarro con una serie de dimes y diretes contra el candidato al Senado por el Prianrd, Manlio Fabio Beltrones. Como quien dice, vinieron a hacerle montón. Una especie de TUCOM (Todos Unidos Contra Manlio).
Ya al inicio de las campañas federales, Célida López, candidata al Senado por el Partido del Trabajo, representante y fiel ejecutante del Plan C del presidente López Obrador, le había puesto el cascabel al gato para descarrilar la candidatura de Beltrones, un tanto fallidamente. Quizá como “no pegó el chicle”, se trajeron a dos “pesos pesados” de la política nacional para encargarse del asunto.
El caso es que tanto Espino como Corral, dos controvertidos expanistas, ahora convertidos al morenismo, vinieron a Sonora a “partirle su mandarina en gajos” a don Manlio. Obvio, no se fueron sin la respuesta. De ambos lados, se acusaron de todo. Seguramente Usted, cibernético lector, informada lectora, a estas alturas ya estarán enterados al través de las benditas y malditas redes sociales, de lo que se dijeron. Nada bueno, por supuesto. Se dieron hasta con la cubeta.
Por cierto, quien la sufrió más fue el exgobernador chihuahuense, Javier Corral, quien en un foro celebrado en Ciudad Obregón, titulado irónicamente “Retos en el combate a la corrupción”, repentina y casualmente (ja) se le apareció Cristopher James Barousse, exdirector del Instituto Chihuahuense de la Juventud en el sexenio del priísta César Duarte, quien le reclamó airadamente en público, haberle recluido en la cárcel por varios años, al haber sido acusado de mal uso de dinero público.
“¡Tú me perseguiste, me señalaste, me encarcelaste, me torturaste y salí absuelto!”, le dijo James Barousse a Javier Corral a voz en cuello, en su cara.
Obvio, en redes, el exgobernador chihuahuense acusó a Beltrones, con todo y su “va que va”, de haberle mandado a su “pandillero” para increparlo, acusando de paso que ambos estaban en la “nómina secreta” de Duarte. Todo un chismerío.
Tampoco Manuel Espino se fue sin salir raspado. Fue la propia Lilly Téllez, la compañera de fórmula de Don Beltrones al Senado, quien le recordó al expanista su comparecencia ante el Senado de la República en el 2022, en donde supuestamente reconoció la posibilidad de realizar un narco-pacto entre el Gobierno Federal y el crimen organizado, “atendiendo sus intereses, también. Que los tienen”.
Total: el color de las campañas va subiendo de tono, e invariablemente, a querer y no, Beltrones en el centro de ello. Insisto: los mejores propagandistas del priista son los mismos morenistas. No sé a quién diablos se le ocurrió traer a Espino y a Corral para lanzarlos contra él. Mala táctica.
Como bien dice el dicho: “para tener la lengua larga hay que tener la cola corta”. Y en política, más. Y bueno, en honor a la verdad, ninguno de los tres la tiene.
Y a propósito de priistas. Quien pasó el coraje de su vida fue el dirigente estatal del tricolor, Rogelio Díaz Brown, tras asimilar la renuncia al expartidazo de dos integrantes del comité municipal en Huatabampo, quienes se encabritaron por la designación del panista Ramón “El Chavalo” Díaz, como candidato de la coalición “Fuerza y Corazón por México” a la alcaldía.
Lo peor para Díaz Brown y sus huestes es que ahora los expriístas huatabampenses pasaron a engrosar las filas de Beto Vásquez, candidato petista a la alcaldía por ese mismo municipio. Lamueltechico.
Qué bueno que a Kiki Díaz Brown (sí, pariente de Rogelio) le hizo justicia el tribunal electoral o quien haya sido, para cumplir su aspiración de asumir como diputada local, ante la renuncia de Natalia Rivera, contendiente ahora a la alcaldía de Hermosillo por Movimiento Ciudadano. Por otro lado, qué malo que su partido le otorgó (oootra vez) una candidatura a diputada local por Cajeme. A qué hora legislará a favor de los sonorenses si tendrá que hacer campaña? Vaya dilema.
En tanto, conforme pase el tiempo, la huelga en la Universidad de Sonora tenderá a complicarse. Dígalo que se los dijo un loco. Quienes le apuesten al desgaste de los sindicatos están sumamente equivocados. Dos botones: 1). Informes que llegan a este despacho nos hacen ver que la dirigencia del Sindicato de Trabajadores y Empleados de nuestra máxima casa de estudios, encabezada por Lourdes Rojas, ya anda en la Ciudad de México en busca de apoyo del Gobierno Federal, ante la incapacidad de las autoridades a nivel local por resolver sus demandas. 2). El Consejo Sindical Permanente, mismo que aglutina a varios sindicatos importantes, ya dio a conocer que van con todo en apoyo a sus hermanos sindicalizados del STEUS.
No tardan en salir los estudiantes a la protesta de rigor. Unos en solidaridad con los sindicatos, y otros, por la reanudación de clases. De librito.
Por lo demás, estrategia inútil y fallida de quién haya sido, dar a conocer en redes sociales y en algunas columnas periodísticas, supuesto sueldo de la rectora de la UniSon, Rita Plancarte, como un ejemplo de presunto dispendio de recursos de las autoridades universitarias. No es por ahí. Son más ganas de joder que de resolver la huelga.
Encuadre social: un saludo desde estos párrafos al buen amigo Víctor Valdez, del meritito Cajeme, uno de mis cuatro lectores y ferviente defensor de los candidatos de la coalición “Fuerza y Corazón por México”. Intercambio de bromas, puntos de vista, anécdotas y el sufrimiento de haber visto empatar a nuestro América, en la Concachampions. Anfitrionía de mi cuñado y compadre, Rodrigo Andrade y de mi hermanita Diana Alicia. La próxima semana nos desquitamos en el mero gallinero del Pachuca, carnita asada de por medio. Confiemos.
IN PROXIMUM
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