Ciudad de México. La economía mexicana ha mostrado una fortaleza notable en un entorno internacional complejo, ha crecido durante tres años seguidos por encima de su promedio histórico, debido a que en la actual administración se promovieron cambios estructurales en serio, sostuvo Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público, en la conferencia del Consejo de la Américas, en la Ciudad de México.
“Subrayo el término ‘en serio’ porque éste es un diseño (económico) propio de mexicanos”, señaló el funcionario. Hace muchos años, México siguió con el resto de América Latina un recetario de ajuste estructural que se basó en el Consenso de Washington porque así era la problemática común de los países de América Latina, pero hace ya muchos años que cada país está enfrentando situaciones distintas, recalcó Ramírez de la O, durante su presentación.
Se conoce como Consenso de Washington –privatización de empresas públicas, liberalización comercial y financiera, recorte de los gastos públicos para pagar la deuda y retiro del Estado de la actividad económica– a un decálogo de medidas promovidas por organismos internacionales, liderados por el Fondo Monetario Internacional a finales de la década de los 80 del siglo pasado. Entre otras recomendaciones, hacía énfasis en la disciplina fiscal; el crecimiento de la base tributaria; la liberalización de las tasas de interés; la libre flotación del tipo de cambio y la liberalización del comercio internacional (eliminación de aranceles y contingentes).
Frente al público del Consejo de la Américas –una organización empresarial estadunidense–, el secretario destacó que el modelo económico que ahora se implementa en el país se basa en cuatro pilares de crecimiento: fortalecer los ingresos de los hogares en los deciles más bajos; desarrollar con cargo al presupuesto proyectos regionales en las zonas más relegadas del país; reforzar las políticas económicas por el lado de la oferta y tener finanzas públicas balanceadas.
En su exposición sobre el fortalecimiento de los ingresos de los hogares en los deciles más bajos, Ramírez de la O destacó que esta política ha ayudado a consolidar el consumo como uno de los mayores propulsores del crecimiento en el país, pues este indicador ha tenido crecimientos por encima de su promedio histórico y ahora representa alrededor de 67 por ciento del producto interno bruto (PIB).
El secretario agregó que la economía mexicana se está beneficiando de la relocalización de cadenas de suministro, de los tratados comerciales que le abren un camino directo a decenas de mercados y de sus propios fundamentales macroeconómicos. La inversión extranjera directa (IED) ha dado a México su voto de confianza, a tal grado que podría superar este año el flujo histórico que alcanzó en 2023, aseguró.
A meses de que acabe la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador –que hasta este 2024 se había regido por una política de disciplina fiscal, incluso en el periodo más crítico de la pandemia de coronavirus– el secretario ha hecho más de una intervención pública enfatizando que se dejaron atrás los recetarios de hace tres décadas promovidos por los organismos financieros.
Hace poco más de una semana, a consulta del Atlantic Council por un déficit público previsto en 5.9 por ciento al cierre de este año, Ramírez de la O acentuó que en la actual administración no estamos copiando el marco de los 90 (bit.ly/49OrUWG).