La Defensa Civil de Gaza encontró más de 280 cadáveres en una fosa común en el complejo médico Nasser, ciudad de Jan Yunis, que estuvo meses bajo ofensiva militar de tropas israelíes hasta que estas fueron retiradas hace dos semanas como parte de un plan de preparación para atacar la ciudad de Ráfah, también en el sur de la Franja.
En un comunicado, el organismo informó que desde el viernes y hasta este lunes han sido recuperados 283 cadáveres.
Periodistas y activistas palestinos mostraron imágenes de los trabajadores de emergencia sacando los cuerpos de la fosa común, que no es la primera hallada en Gaza.
Según el comunicado, algunos cuerpos están despedazados “como resultado de ejecuciones sumarias durante la incursión terrestre en el complejo” Nasser. Otros fueron enterrados durante el asedio israelí al hospital, cuando no se les pudo dar sepelio de forma adecuada e individualizada.
Algunos de los cuerpos no pueden ser identificados, porque las fuerzas israelíes cambiaron las bolsas de los cadáveres por plásticos sin etiqueta ni identificación alguna.
Anteriormente, la ONG Euro-Mediterranean Human Rights Monitor, con sede en Ginebra, había denunciado la existencia de numerosas fosas comunes en Gaza, desde el comienzo de la guerra, el pasado mes de octubre.
De acuerdo con la denuncia de Euro-Mediterranean Human Rights, hay unas 130 fosas comunes o sitios informales de enterramiento en los patios o las cercanías de los hospitales, en escuelas, estadios o junto a las casas de los fallecidos.
La ONU puso como ejemplo el hospital de Al Shifa, el mayor de Gaza, que fue sometido a varios días de intensos ataques de Israel. Allí fue cavada una fosa en medio del asedio israelí al complejo médico y, cuando las tropas irrumpieron en las instalaciones, desenterraron y se llevaron 179 cuerpos.
Tras su retirada, fueron encontrados cientos de cadáveres en el patio del hospital.
El ejército israelí se retiró de Jan Yunis en la madrugada del 7 de abril, tras cuatro meses de combates y bombardeos. Los dos principales hospitales de la zona, Amal y Nasser, quedaron arrasados y totalmente inoperativos tras sufrir el asedio de las tropas, que atacaron ambos centros alegando que en ellos se escondían presuntos milicianos.
El movimiento Hamás afirmó este domingo que el descubrimiento de la fosa común en el complejo Nasser “reafirma la extensión de los crímenes y atrocidades cometidos por el Ejército de ocupación sionista”, según un comunicado recogido por la agencia EFE.
Este macabro hallazgo tiene lugar en momentos en que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda militar de miles de millones de dólares para su aliado israelí.
El fin de semana, la Autoridad Palestina denunció que esa ayuda “se traducirá en miles de víctimas palestinas en la Franja de Gaza y Cisjordania”.
Relatora ONU: “Gaza ha sido desde el principio una guerra contra el acceso a la salud”
La relatora de la ONU sobre el derecho a la salud, la sudafricana Tlaleng Mofokeng, denunció este lunes el genocidio que está causando Israel en Gaza, donde “ha sido desde el principio una guerra contra el acceso a la salud”.
“El sistema sanitario de Gaza ha sido completamente aniquilado y el derecho a la salud en la Franja ha quedado diezmado a todos los niveles”, dijo la relatora en una rueda de prensa donde recordó que 350 profesionales de la salud han sido asesinados y más de 500 han sido heridos en Gaza desde octubre de 2023.
“Los ataques, los acosos, el asesinato de mis colegas, la destrucción de instalaciones sanitarias y de organizaciones humanitarias continúa hasta proporciones que aún no hemos podido cuantificar del todo”, declaró la doctora sudafricana.
Mofokeng agregó que Israel no solo está causando daño directo a los civiles a través de los bombardeos, sino mediante “una intencionada provocación de hambrunas, malnutrición y deshidratación”.
La relatora especial de Naciones Unidas insistió en que la actual escalada de Israel “es un genocidio mostrado en tiempo real por las víctimas”, ante el cual la comunidad internacional “debe abandonar su estrategia de pasividad autoimpuesta”.
“Mientras muere gente, les ruego que hagan todo lo posible para no perpetuar este genocidio”, insistió la experta de la ONU, quien dijo sentirse “avergonzada y realmente arrepentida de que el mundo haya fallado a Palestina”.
Mofokeng aseguró por otro lado que los abusos de Israel contra el pueblo palestino se remontan a mucho antes del 7 de octubre, ya que en su opinión “su población no ha disfrutado un día de paz y justicia desde 1948”.
La franja palestina “se ha convertido desde hace décadas en un laboratorio para la vigilancia, el armamento y el control demográfico”, sostuvo la relatora especial de la ONU.
Dimite jefe de la inteligencia militar de Israel
El jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, presentó este lunes su dimisión por su “responsabilidad” en el ataque de Hamás, el pasado 7 de octubre.
En plena ofensiva en el territorio palestino, Israel celebra el lunes el inicio de la Pascua judía, la fiesta de Pésaj, una de las más importantes del calendario hebreo, marcada por la ausencia de más de 100 rehenes cautivos en Gaza desde el 7 de octubre y luego de un fin de semana de protestas contra el Gobierno de Benjamin Netanyhau y la manera en que ha manejado la situación para traerlos a casa.
En la víspera de esta fiesta, Netanyahu prometió llevar a cabo “más duros golpes” contra Hamás.
“En los próximos días, aumentaremos la presión militar y política sobre Hamás, ya que es la única manera de liberar a nuestros rehenes y lograr nuestra victoria”, declaró en un vídeo.
Tras más de seis meses de bombardeos y ataques en el territorio palestino, sumido en una severa crisis humanitaria, el jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, aprobó el domingo “las próximas etapas de la guerra”, anunció el portavoz del ejército, Daniel Hagari.
Netanyahu se mantiene firme en el lanzamiento de una ofensiva terrestre en Rafah, en el extremo sur de la Franja, donde se hacinan 1.5 millones de gazatíes desplazados por la ofensiva israelí.
Las organizaciones humanitarias y gran parte de la comunidad internacional se oponen a la operación, por temor a un baño de sangre en esta ciudad junto a la frontera cerrada con Egipto.
El ejército israelí bombardeó este lunes los campamentos de refugiados de Nuseirat y Maghazi, así como el litoral en Deir el Balah, en el centro de la Franja de Gaza, y las ciudades de Ráfah y Jan Yunis, en el sur, según un corresponsal de la AFP.
Los bombardeos también alcanzaron el barrio de Zeitun, en la ciudad de Gaza, en el norte, y varios drones estallaron en el patio de una escuela, en el campamento de Al Bureij, en el centro.
Balance de muertos llega a 34 151 y el de heridos supera los 77 000
Palestinos recorren barrio entre edificios residenciales destruidos por los ataques de Israel en Jan Yunis, el 7 de abril de 2024. Foto: Reuters.
Las autoridades sanitarias de Gaza emitieron este lunes un nuevo balance de 34 151 muertos en la Franja desde el inicio de la escalada militar israelí en octubre pasado.
En las últimas 24 horas murieron 54 personas, dijeron esas fuentes, y agregaron que la cifra de heridos es de 77 084. A ello se suma el número de desaparecidos, varios miles según fuentes locales e internacionales.
En un informe, el pasado 17 de abril ONU Mujeres advertía de que unas 10 000 mujeres palestinas han muerto en la Franja de Gaza y un niño es herido o muere cada 10 minutos.
Seis meses después del inicio de la actual escalada, “unas 6 000 madres han muerto y 19 000 niños han quedado huérfanos”, informó la agencia de Naciones Unidas, que cifró en 10 000 el número de mujeres asesinadas por las fuerzas de Israel.
Añadió que con tan solo un tercio de los hospitales de la Franja en funcionamiento y los continuos ataques a los convoyes de ayuda por parte de las fuerzas israelíes, la Franja vive una crisis humanitaria y de derechos humanos.
Además, “más de un millón de mujeres y niñas casi no tienen alimentos, ni acceso a agua potable, letrinas, lavabos o compresas, y las enfermedades crecen en medio de unas condiciones de vida inhumanas”.
Organizaciones palestinas, ONG y Unicef han denunciado que la cifra de niños muertos es de unos 14 000.
(Con información de agencias)