Washington. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo este martes que el banco central estadunidense podría tener que mantener las tasas de interés más altas durante más tiempo de lo que se pensaba, ante lo que calificó como una “falta de mayores avances” este año hacia el objetivo de inflación de 2 por ciento.
“Los datos recientes claramente no nos han dado una mayor confianza y, en cambio, indican que es probable que se necesite más tiempo de lo esperado para lograr esa confianza”, dijo Powell en un foro en Washington, en la que probablemente sea su última aparición pública antes de la reunión de política monetaria de la Fed del 30 de abril al 1 de mayo.
“Ahora mismo, dada la fortaleza del mercado laboral y los avances en la inflación hasta ahora, es apropiado dar más tiempo a la política restrictiva para que funcione y dejar que los datos y la evolución de las perspectivas nos guíen”, afirmó.
En general, se espera que las autoridades monetarias estadunidenses mantengan las tasas sin cambios en su próxima reunión, pero los inversores están ansiosos por conocer cualquier indicio sobre cuándo se podría llegar una reducción de los costos de endeudamiento y las declaraciones de Powell sugieren que no será pronto.
“Si persiste una inflación más alta, podemos mantener el actual nivel de restricción durante el tiempo que sea necesario”, indicó Powell. “Al mismo tiempo, tenemos un espacio significativo para flexibilizar en caso de que el mercado laboral se debilite de forma inesperada”.
El vicepresidente de la Fed, Philip Jefferson, omitió cualquier mención a recortes de tasas en sus declaraciones más temprano en el día y dijo que la entidad está preparada para mantener su estricta política monetaria si la inflación no se desacelera como se espera.
Jefferson señaló que el banco central se enfrenta a una economía fuerte y que ha visto pocos avances recientes en la reducción de la inflación, excluyendo lo que había sido una referencia habitual en los discursos de la Fed a ganar “confianza” en una menor inflación y luego recortar los tipos.
Los analistas y los inversores no han dejado de rebajar la probabilidad y el calendario de los recortes de tasas de la Fed, ya que las autoridades monetarias tienen problemas para conciliar una economía que desafía a la gravedad con su valoración de que la política monetaria es “restrictiva”.
Estas ideas han sido cuestionadas por el crecimiento del empleo, el gasto minorista, la inflación y otros datos que siguen desafiando la sensación de la Fed de que la economía se deslizaba hacia una menor demanda, un crecimiento más lento y un aumento de los precios cercano al objetivo de 2 por ciento.
Hace poco más de cinco semanas, Powell declaró ante un panel del Senado estadunidense que la Fed “no estaba lejos” de obtener la confianza en la caída de la inflación necesaria para recortar las tasas.
En los días siguientes, los contratos de futuros ligados a la tasa oficial de la Fed reflejaron un recorte inicial de un cuarto de punto porcentual como probable en la reunión del 11-12 de junio, con dos reducciones más hasta fines de 2024. Ahora se considera que el primer recorte será en septiembre y las probabilidades de una segunda rebaja son cada vez menores.