Franja de Gaza. Las fuerzas israelíes lanzaron nuevos bombardeos en la Franja de Gaza, indicó este viernes el movimiento palestino Hamás, en un momento de alta tensión después de que Irán amenazara con represalias tras el ataque contra su consulado en Siria, atribuido a Israel.
La tenaz ofensiva israelí en respuesta al ataque de Hamás del 7 de octubre sigue sin dar respiro a Gaza, sometida a un asedio que tiene a la gran mayoría de los 2,5 millones de habitantes del territorio palestino al borde de la hambruna, según la ONU.
Por su parte, Catar, Egipto y Estados Unidos, que median para conseguir una tregua, esperan la respuesta de Israel y de Hamás a su última propuesta para un cese de los combates que permita, además, la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza.
El viernes, Hamás informó que decenas de casas y edificios residenciales fueron atacados con explosivos en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. Las fuerzas israelíes también bombardearon otros sectores de la zona, añadió.
Al menos 25 miembros de la familia Al Tabatibi murieron en un ataque contra un edificio en el barrio de Al Daraj, en Ciudad de Gaza, en el norte, según un allegado.
“Bombardeos golpearon Nuseirat durante toda la noche. No había más que fuego y destrucción, con mártires tendidos en las calles. Huimos por la mañana y no tenemos adónde ir. Es la sexta vez que nos desplazamos. Gaza se ha vuelto inhabitable”, declaró a la AFP Mohamad Al-Rayes, de 61 años.
El ejército israelí informó de ataques contra “más de 60 objetivos terroristas” en Gaza, incluidos puestos subterráneos e infraestructuras militares.
Amenazas “creíbles” y “reales”
Además del conflicto en Gaza, aumenta la preocupación por una eventual escalada regional después de que Irán acusara a Israel de ser responsable del bombardeo contra su consulado en la capital de Siria, el 1 de abril, en el que murieron siete Guardianes de la Revolución, dos de ellos generales.
Estados Unidos advirtió del peligro de un ataque iraní o de sus grupos afines y el general Michael Erik Kurilla, comandante del Mando Central de Estados Unidos para Oriente Medio (Centcom), viajó a Israel.
Estados Unidos restringió los desplazamientos de su personal en Israel ante la amenaza y Francia recomendó este viernes a sus ciudadanos que se abstengan de viajar a Irán, Líbano, Israel y los Territorios Palestinos. Por su parte, la aerolínea alemana Lufthansa suspendió sus vuelos hacia y desde Teherán.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, habló el jueves con el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, sobre la preparación frente a un ataque iraní contra Israel.
“Si Irán ataca desde su territorio, Israel responderá y atacará a Irán”, advirtió el canciller israelí, Israel Katz.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró su “férreo” apoyo a Israel, pese a las tensiones entre el mandatario demócrata y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por sus diferencias sobre la gestión de la guerra en Gaza.
En tanto, Alí Jamenei, líder supremo de Irán –archienemigo de Israel y aliado de Hamás–, reiteró el miércoles que Israel “será castigado”.
La Casa Blanca afirmó el viernes que las amenazas de un ataque iraní contra Israel son “creíbles” y “reales”.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió a sus homólogos de China, Turquía y Arabia Saudita que intenten disuadir a Teherán.
Pero el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, defendió la “necesidad” de que Teherán responda tras el bombardeo contra su consulado, en conversaciones con sus homólogos de Alemania, Australia y Reino Unido.
Negociaciones y presión
El conflicto en el territorio palestino estalló el 7 de octubre tras el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1.170 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una ofensiva que ya dejó 33.634 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
El movimiento islamista tomó durante su asalto 250 rehenes, de los cuales 129 continúan en Gaza, incluidos 34 que se cree han muerto, según las autoridades israelíes.
Basem Naim, un alto dirigente de Hamás, advirtió el jueves que el grupo necesita “tiempo y seguridad suficientes” para localizar a los rehenes, algo clave para las negociaciones de la tregua. Según Naim, los rehenes se encuentran “en distintos lugares, en manos de diferentes grupos”.
Cientos de israelíes se manifestaron en la noche del jueves delante de la residencia de Netanyahu en Jerusalén para pedir que siga la ofensiva.
El primer ministro sigue manteniendo sus planes de una operación en Rafah, ciudad del extremo sur de Gaza donde se hacinan 1,5 millones de palestinos y que el mandatario presenta como el último bastión de Hamás.