Santiago. Miles de trabajadores y estudiantes marcharon el jueves por el centro de Santiago, en respuesta a un llamado de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor multigremial del país, que presiona por la aprobación de las trabadas reformas sociales en el Congreso.
Se trata de la primera manifestación masiva que convoca la CUT en los dos años de gobierno del izquierdista Gabriel Boric, que tomó el poder el 11 de marzo de 2022 con la promesa de poner en marcha un robusto plan de transformaciones sociales
Sin embargo, ese paquete de reformas permanece semiparalizado en el Congreso por falta de acuerdo con la oposición de derecha.
“Hay una derecha que defiende a todo el mundo empresarial (…), y al tener mayoría en el parlamento no ha permitido el avance de las reformas”, dijo a la AFP Silvia Silva, una profesora de preescolar, de 43 años, que asistió a la marcha.
El gobierno de Boric sufrió una dura derrota legislativa hace un año, cuando fue rechazada la “idea de legislar” un proyecto tributario con el que pretendía financiar una reforma a la salud y otra a las pensiones.
“Queremos hacer un llamado de atención al gobierno para que efectivamente escuche las demandas transversales y al movimiento social”, dijo a periodistas David Acuña, presidente de la CUT y quien encabezó la marcha que se desarrolló por la céntrica avenida Alameda.
A la manifestación adhirieron trabajadores de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, el Colegio de profesores, la Federación Aeroportuaria y la Confederación Nacional de Empleados de la salud, entre otras agrupaciones.
La CUT no entregó cifras de adhesión a la marcha, que colmó varias cuadras de la principal avenida de la capital chilena.
Antes de iniciar la protesta un grupo de dirigentes desplegó un lienzo afuera del palacio presidencial de La Moneda que decía: “La inexperiencia y la soberbia no nos permiten avanzar”.
Boric asumió la Presidencia con 36 años, como el mandatario más joven en la historia de Chile, respaldado por una agrupación de partidos de izquierda.
En el Congreso permanece sin mayores avances una reforma al sistema de pensiones de Chile, instaurado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) que estableció un sistema pionero de capitalización completamente individual.
El Parlamento también discute lentamente una reforma al sistema privado de salud.