Ciudad de México. La política de fortalecer el sistema nacional de refinación (SNR) de petróleo logró revertir la dependencia de las gasolinas importadas, afirma Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). Hay un tema financiero, sí, pero también es un asunto de seguridad nacional.
Revela que el país tiene una reserva para 9.9 días de consumo de gasolina. En otras naciones, como Estados Unidos y Japón, es cercana a 120 días. “Fue una decisión estratégica y de seguridad nacional aumentar la producción de gasolinas, diésel y turbosina. ¿Qué pasa si por alguna razón, política o de desastre natural, se cierran los puntos de acceso –principalmente puertos–, por donde llega la gasolina importada?”, plantea el director de la empresa. La economía se mueve con combustibles, redondea.
Cuando inició el actual gobierno, en diciembre de 2018, México tenía un déficit de 927 mil barriles diarios de combustibles. Ese volumen era equivalente a 75 por ciento del consumo nacional, menciona Romero Oropeza. Esto significa que tres de cada cuatro litros del consumo diario se traían del extranjero.
Para septiembre de este año, cuando termine la administración del presidente López Obrador, el déficit de combustibles será de sólo 77 mil barriles diarios, equivalentes a 5.8 por ciento del consumo nacional esperado para entonces, de un millón 313 mil barriles por día, agrega el director de Pemex. El SNR aportará 994 mil barriles (incluidos 164 mil de gasolinas y 130 mil por día de diésel de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco) y 242 mil de Deer Park, añadió, en un encuentro con periodistas.
A lo largo de los últimos cinco años, Pemex trabajó en la rehabilitación de las seis refinerías que conforman el SNR. Estaban prácticamente abandonadas, explica. Se añadió la capacidad de refinación de Deer Park, en Texas. En dos refinerías, la de Tula y Salina Cruz, se construyeron dos plantas coquizadoras, para procesar el combustóleo. De hecho, añade, al terminar esta administración Pemex ya no producirá combustóleo.
Romero Oropeza rechaza, por carecer de sustento, sostiene, las críticas que agencias calificadoras y organismos privados hacen de la solvencia de Pemex. La empresa, afirma, no es una carga para las finanzas públicas y, en cambio, aporta 17 de cada 100 pesos del dinero del presupuesto público.
La contribución de Pemex
Entre 2019 y 2023, el periodo de este gobierno, Pemex pagó impuestos y derechos al gobierno federal por 3 billones 802 mil millones de pesos. En el mismo lapso, la empresa recibió del gobierno federal transferencias por 869 mil millones de pesos. Parte de esos recursos, 417 mil millones de pesos, fueron empleados por la empresa para pagar deuda cuando se redujo su liquidez por la caída de precios a causa de la pandemia.
Si a la aportación que ha hecho se restan las transferencias recibidas, Pemex ha hecho una contribución a la Hacienda pública de 2 billones 933 mil millones de pesos en estos cinco años.
Sólo en el último año Pemex pago impuestos por 159 mil 386 millones de pesos (aparte está el pago de derechos), más del triple que la suma de los entregados al fisco por Walmart y América Móvil, las dos compañías privadas que más pagan impuestos y contribuyeron con 51 mil 561 millones, explica.
En esta administración, asegura, Pemex realizó inversiones por 575 mil millones de pesos. La empresa aumentó, de 2019 a la fecha, en 179 mil barriles diarios la producción de crudo; elevó la reserva de crudo en 438 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y redujo en 23 mil 100 millones de dólares la deuda de la empresa, que terminará este año en 94 mil 500 millones de dólares.
En el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, la producción bajó en 689 mil barriles diarios; las reservas de hidrocarburos se redujeron en 6 mil 858 millones de barriles; y la deuda de la empresa aumentó en 48 mil 400 millones de dólares, informó Romero Oropeza.