Un día después del primer debate entre candidatos a la Presidencia del país, la aspirante de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, expresó en Lerma, estado de México, su satisfacción por el resultado y el impacto de ese ejercicio. Estoy contenta, no sólo porque salí triunfante, sino porque defendí con el corazón, el pensamiento y el alma a la Cuarta Transformación, que es el proyecto del pueblo de México, resaltó.
La tarde de ayer, en ese municipio donde ofreció limpiar el contaminado río Lerma, Sheinbaum expresó que dará continuidad al proyecto. No los voy a traicionar ni a defraudar, insistió.
Ante miles de mexiquenses reunidos en la plaza municipal, y ante la demanda de un grupo de trabajadores de la sección 23 de la CTM, también manifestó estar de acuerdo con la jornada laboral de 40 horas, pero consideró necesario convocar a mesas de trabajo con empresarios y trabajadores. Vamos a cambiar esa condición, agregó en respuesta a la petición de los cetemistas.
Al recordar el aumento sin precedente al salario mínimo en el actual sexenio y criticar que los gobiernos anteriores presumían la mano de obra barata cuando los mexicanos son muy trabajadores, desde el público alguien le gritó ¡y somos muy chingones!, Sheinbaum respondió: Sí, pero esa palabra ya no nos gusta, en alusión a que su contrincante de la oposición, la utiliza en su propaganda.
También en el mitin en Lerma, el dirigente de Morena, Mario Delgado, felicitó a la candidata por haber ganado el debate, en el que actuó con templanza e inteligencia y fue la que más propuestas presentó al pueblo y rebatió con fuerza las previsibles mentiras de Xóchitl Gálvez.
Al mediodía, Sheinbaum sostuvo una reunión con estudiantes, académicos, directivos y personal sindicalizado del Instituto Politécnico Nacional, que empezó 45 minutos tarde por el retraso de la candidata, que llegó al auditorio del Centro Cultural Jaime Torres Bodet en pleno eclipse solar.
Previsto como un diálogo con la comunidad del Poli, al final no se aceptaron preguntas de los estudiantes, porque el formato alargó las intervenciones previas a la de Sheinbaum, incluida la de Clara Brugada, quien se extendió más de 20 minutos.
¡Te quiero mucho, Claudia!, le gritó una alumna. Y la ex jefa de Gobierno capitalino le respondió: Yo los quiero más, ¡los amo!
Ahí, Sheinbaum ofreció a los jóvenes que la educación, como un derecho y no un privilegio, será esencia de próximo gobierno, en contraste con el periodo neoliberal que cerró espacios educativos, y reiteró su oferta de echar atrás el examen de admisión al bachillerato mediante el modelo de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior, para que todos los jóvenes cuenten con oportunidad de estudiar.
Nadie puede decir es un honor estar con Calderón
Presentó un video con “su visión del México que vamos a construir. Hemos avanzado mucho con el Presidente, es un hombre extraordinario y siempre lo vamos a decir, ‘es un honor estar con Andrés Manuel López Obrador’. Del otro lado nadie puede decir ‘es un honor estar con (Vicente) Fox, con (Felipe) Calderón o con Alejandro Alito Moreno o cualquiera de ellos”, expresó entre las ruidosas risas de los alumnos.
Sheinbaum inició su participación con la lectura de las primeras dos estrofas de Que vivan los estudiantes, de Violeta Parra, para referirse al periodo de barbarie y del autoritarismo de la década de los 60 y 70 del siglo pasado en México, en especial la masacre de estudiantes en 1968.
El modelo aplicado entonces, dijo, fue sumamente cruel, diseñado para los de arriba y se olvidó de los de abajo. Y al referirse al viejo modelo político y económico”, un joven gritó: ¡Fuera el PRI!, ante lo cual la candidata presidencial secundó: ¡Ya se fue! Hay más ex gobernadores del PRI en la cárcel que en funciones.