Ciudad de México. El gobierno de México espera que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le dé la razón en la demanda que interpondrá el lunes contra Ecuador por el asalto a su embajada en Quito y conmine al Estado ecuatoriano a reparar el daño, afirmó este domingo la canciller Alicia Bárcena.
Al dar la bienvenida a México a la embajadora Raquel Serur y al personal diplomático de la Embajada mexicana en Ecuador, Bárcena afirmó que pese a que el ex presidente ecuatoriano Jorge Glas, que fue sacado por la fuerza y detenido por la policía ecuatoriana el viernes de la legación diplomática mexicana, para el gobierno mexicano sigue siendo un asilado político.
Raquel Serur afirmó en un mensaje en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que el pueblo de Ecuador no se merece al gobierno de Daniel Noboa y aseguró que este ordenó el allanamiento de la embajada mexicana, en flagrante violación del derecho internacional, porque creyó “que el Estado mexicano actuaría como ellos lo harían, o lo hacen. Como dice nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, no somos iguales”.
Acompañada del resto del personal de la embajada y del Roberto Canseco, jefe de Cancillería de la delegación, Serur sostuvo que México actúo en todo momento con apego a la legalidad. “Quienes rompieron la legalidad fueron ellos”, declaró.
Bárcena señaló que México se siente ultrajado por el atropello a la inviolabilidad de su embajada y acusó a las autoridades de Ecuador de haber ingresado por al fuerza y de manera violenta al edificio, donde lesionaron a personal diplomático como Canseco.
El propio Canseco, quien llevaba un collarín debido a las lesiones que sufrió, dijo que está orgulloso de la política exterior mexicana y expresó que el trabajo que hizo al intentar detener el allanamiento del edificio es el trabajo de los miembros del Servicio Exterior Mexicano (SEM).
Bárcena reconoció que todas las fuerzas políticas de México “independientemente del color, se unieron por nuestra patria” y a agradeció también a Aeroméxico “por que abrió sus puertas y sus asientos para que pudieran llegar nuestros connacionales”.