Washington. El fundador de World Central Kitchen (WCK), José Andrés, acusó ayer a Israel de atacar a sus trabajadores humanitarios sistemáticamente, coche por coche hasta que el fuego los alcanzó el lunes pasado, y demandó una investigación independiente de la matanza perpetrada por las fuerzas israelíes.
En un video, José Andrés afirmó que WCK, mantenía una clara comunicación con el ejército israelí, que conocía los movimientos de su personal. No se trató de una “situación de mala suerte en la que, ‘ups’, lanzamos la bomba en el lugar equivocado”, expuso el chef.
Esto fue en un tramo de 1.5, a 1.8 kilómetros, con un convoy humanitario muy definido que tenía carteles en la parte superior, en el techo, un logotipo muy colorido, añadió.
José Andrés comentó que las fuerzas de defensa de Israel (FDI) estaban al tanto de la ubicación de sus vehículos, y pidió una investigación de la matanza por parte del gobierno estadunidense y del país de origen de cada uno de los cooperantes asesinados.
Nos estaban atacando en una zona de no conflictiva, controlada por las FDI. Sabían que eran nuestros equipos los que circulaban por esa carretera (…) con tres coches.
Contó que las FDI atacaron el primer vehículo blindado, el equipo pudo escapar y trasladarse a un segundo vehículo que fue atacado a continuación, lo que les obligó a trasladarse al tercer vehículo. Los cooperantes intentaron comunicarse para dejar claro quiénes eran, dijo, y añadió que las FDI sabían que estaban en la zona que controlaban. Entonces, atacaron el tercer coche, y vimos las consecuencias.
Médicos sin Fronteras rechazó la declaración israelí de que el bombardeo fue un lamentable incidente, y aseguró que es parte del mismo patrón de ataques deliberados contra trabajadores humanitarios, sanitarios, periodistas, personal de la Organización de Naciones Unidas, escuelas y hogares .
Open Arms, que fletó la primera embarcación humanitaria que llegó a Gaza usando el corredor marítimo desde Chipre junto a WCK, suspendió sus operaciones en Gaza.