París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó este domingo por primera vez que apoya una nueva legislación sobre el final de la vida que permitiría lo que él llamó “ayuda a morir” y deseó que su gobierno presente un proyecto de ley al Parlamento en mayo.
Los vecinos de Francia, Suiza, Bélgica y Países Bajos, aprobaron leyes que permiten la muerte médicamente asistida en algunos casos. Pero Francia se ha resistido a dar ese paso, en parte por la presión de la Iglesia católica.
La ley Claeys-Leonetti sobre el final de la vida, adoptada en 2016, autoriza la sedación profunda, pero solo para personas cuyo pronóstico esté amenazado a corto plazo.
En una entrevista con el diario Liberation, Macron afirmó que no quería llamar a la nueva legislación eutanasia o suicidio asistido, sino “ayuda a morir”.
“No crea, en sentido estricto, un nuevo derecho ni una libertad, pero traza un camino que no existía hasta ahora y que abre la posibilidad de solicitar ayuda para morir bajo ciertas condiciones estrictas”, afirmó.
El presidente adhirió que esas condiciones tendrían que cumplirse y que un equipo médico evaluaría y se aseguraría de que los criterios para la decisión son correctos.
Sólo afectaría a los adultos capaces de tomar la decisión y cuyo pronóstico vital se viera amenazado a medio plazo, como en el caso de un cáncer en fase terminal, explicó.
Los familiares también podrían recurrir la decisión, informó Macron.
El proyecto de ley se basa en el trabajo de un grupo de 184 ciudadanos franceses designados al azar que debatieron la cuestión.
Concluyeron su trabajo el año pasado con un 76% a favor de permitir algún tipo de asistencia para morir, para quienes lo deseen.
La decisión de seguir adelante con la legislación sobre el final de la vida se produce después de que el derecho al aborto quedara consagrado en la Constitución francesa, tras una abrumadora votación de los legisladores a principios de este mes.
Macron ha tratado de reforzar su imagen de reformador social a sólo tres meses de las elecciones al Parlamento Europeo de junio. Su partido está más de 10 puntos por detrás del ultraderechista Rassemblement National en las encuestas.