Un centro histórico-comercial a la altura de la ESPERANZA de SUS ciudadanos

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Columna Inmersión

Reynaldo Espinoza Negrete

Un centro histórico-comercial a la altura de la ESPERANZA de SUS ciudadanos

Febrero 26 de 2024

Gráfica Cortesía de Embarquemos.com

La reciente publicación del Plan de Mejora Vial del Centro Histórico-Comercial de Hermosillo, levanta el ánimo. Es un gran proyecto, del tamaño de nuestro estado, el más grande de la república (el vecino del este, solo es el más extenso); acorde a la ESPERANZA de los ciudadanos, de contar con un centro comercial-histórico moderno y seguro, no solo en el aspecto de la vialidad para conductores, peatones (incluidas personas con discapacidad motriz, visual y auditiva) sino, también, acorde a las avenidas de agua las cuales se presentan de forma intempestiva y que anegan calles, avenidas y bulevares, al no encontrar cauce por el drenaje correspondiente. Exacto: el pluvial.

Será una gran satisfacción ver rehabilitada la OLVIDADA red contraincendios para control de pérdidas en los comercios; el retiro definitivo de las obsoletas terminales de camiones del transporte público, los cuales impactan el ambiente al “estrechar” el flujo vehicular; que se limite el tráfico pesado para protección del arroyo de automotores y así alargar la vida de la cinta vial.

Merecerá un interminable aplauso considerar las banquetas sin desniveles, un tema de conciencia colectiva y por lo mismo, que atañe al funcionario público y al comerciante por igual. Por fin, incluir rampas en aceras, semáforos peatonales audibles para las personas con capacidades diferentes.

Y qué decir de liberar banquetas de postes de comunicación, de energía, de iluminación, de publicidad y  como uno de los puntos m más importantes, el retiro del ambulantaje del área por donde transitan las  peatonas.

Esos cambios son de primer mundo y eso será Hermosillo con esta MAGNA remodelación la cual, de seguro, cumplirá con la normatividad establecida, además de una característica de nivel mundial como la de circulación rápida, ágil, lo cual hoy no es posible decir de nuestra querida ciudad capital, a lo que habría que agregar el absurdo entorpecimiento del flujo vehicular causado por esas “orejas” en las esquinas de varias “manzanas”, algo solo visto en esta población y sus sufridos habitantes.

Otra consideración que debe estar incluida (aunque la información publicada solo nos permite atisbar, no ir más allá) es la liberación del gigantesco estacionamiento,  tanto en el centro comercial como en el histórico, con el apoyo de un eficiente transporte público, sin soslayar el dicho de nuestros vecinos del norte NO PARKING, NO BUSINESS, entendiéndose el ofertado comercialmente, no el público.

De la iluminación, no hay duda, pues con el impulso acelerado en esta administración municipal, ese sector de la ciudad deberá lucir resplandeciente con tapete luminoso al pie del emblemático Cerro de La Campana, ícono del nativo y también del hijo adoptivo de la capital sonorense.

Nos sentiremos orgullosos de este desarrollo, una vez veamos trabajar ese drenaje pluvial encauzando las aguas hacia su curso natural, el paciente Rio Sonora, lo que nos dará la tranquilidad de que la superficie de concreto está protegida de la erosión que causa el flujo de aguas de lluvia con multitud de sólidos en suspensión.

Y una vez “aplacadas”, “domadas”, dichas avenidas del agua de lluvia con sus lodos remanentes, se evitará su acción abrasiva bajo los neumáticos de los vehículos. Por cierto, este desgaste ya se aprecia claramente en el tramo del bulevar Eusebio Kino pues, cuando se remodeló esta importante vialidad, se le canceló el drenaje pluvial, dejando el arroyo como cauce, honrando así nuestra cultura “tercermundista” en la cual estamos INMERSOS.

Este Plan de Mejora Vial del Centro.}-Histórico-Comercial de Hermosillo nos proyecta como una ciudad del Primer Mundo, de Estado Grande, de una REPÚBLICA TRANSFORMÁNDOSE.

Su ejecución nos dará grandes satisfacciones a los hermosillenses. Estoy seguro de ello.

Y si seguimos haciendo crecer la ESPERANZA, podríamos hasta pensar que fuera para la ciudad entera y para todas las poblaciones de este GRANDIOSO estado y que no solo sea un beneficio comercial sino SOCIAL.

Porque mejorar la circulación vial es, antes que nada, mejorar el ambiente, y por tanto, la salud.   

Este nivel de INVERSION asegura obras duraderas, en especial aquellas que “no se ven” (drenaje pluvial, red suministro hidráulico, potable y contra-incendio); nos hacen crecer, pues la obra pública se diversifica y no hay necesidad de RE-INVERTIR por mala calidad de materiales, planificación detallada o, incluso, por deficiente supervisión.

Podríamos soñar con esa diversificación estirando los recursos, con el total de colonias pavimentadas, parques públicos equipados e iluminados, hasta en  hospitales del ámbito municipal; incremento en la vigilancia de las escuelas, etcétera, etcétera.

Son tantas las obras prioritarias que nos hacen falta. Se vale, no soñar, sino exigir.

Hermosillo, Sonora, a 26 de febrero del 2024.

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