Tomado de Diario del Yaqui
Diciembre 14 de 2023
“Se ha demostrado que ningún policía está exento de rendir cuentas por sus acciones”, expresó Bertha Ocaña, hermana del actor
Por: Luis Valenzuela
En un giro judicial significativo, Leopoldo Azuara de la Luz, un expolicía, ha sido declarado culpable de homicidio doloso y abuso de autoridad en relación con la muerte del actor Octavio Ocaña, mejor conocido como “Benito” de la serie de televisión “Vecinos”.
La noticia fue anunciada por Bertha Ocaña, hermana de la víctima, a través de sus plataformas de redes sociales, marcando un momento trascendental en la búsqueda de justicia para su hermano fallecido.
En un emotivo comunicado publicado en su cuenta de Instagram, Bertha Ocaña compartió la noticia con sus seguidores, expresando su gratitud por el veredicto y subrayando la importancia de que ningún oficial de Policía esté por encima de la ley.
“El policía implicado en el deceso de mi hermano Octavio Ocaña acaba de ser encontrado culpable por homicidio doloso y abuso de autoridad”, escribió Bertha.
Su mensaje resonó como un llamado a la rendición de cuentas y un recordatorio contundente de que la justicia prevalecerá, independientemente de la posición de poder.
Bertha Ocaña calificó el resultado como histórico, destacando la importancia de este caso emblemático que, según ella, establece un precedente fundamental.
“Este caso es histórico porque se logró la justicia. Se ha demostrado que ningún policía está exento de rendir cuentas por sus acciones”, afirmó.
Su declaración refleja el anhelo de una sociedad que demanda igualdad ante la ley y rechaza cualquier abuso de autoridad, subrayando que el mero hecho de portar una patrulla, un uniforme y un arma no justifica acciones irresponsables que pongan en peligro la vida de los ciudadanos.
LA SENTENCIA PARA EL EXPOLICÍA
La sentencia para Leopoldo Azuara de la Luz se determinará en una audiencia posterior, y las expectativas apuntan a que enfrentará penas significativas, dada la gravedad de los cargos en su contra.
Este paso crítico en el proceso judicial ofrece un señal de cierre para la familia Ocaña y, al mismo tiempo, envía un mensaje claro sobre la imparcialidad de la justicia y la necesidad de garantizar la responsabilidad de aquellos encargados de proteger y servir a la sociedad.
Este caso no solo resalta la importancia de la transparencia en las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley, sino que también pone de manifiesto la valentía y determinación de los familiares de las víctimas en la lucha por la verdad y la justicia.
Mientras el veredicto resuena en los tribunales, el eco de esta decisión repercute en la conciencia colectiva, recordándonos que todos, independientemente de nuestra posición, debemos rendir cuentas por nuestras acciones y que la vida de cada ciudadano cuenta.